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jueves

2 Crónicas 7:14

 Dios hace una alianza con Salomón

Cuando Salomón terminó con éxito el templo del Señor, el palacio real y todo lo que se propuso en ellos, se le apareció de noche el Señor y le dijo:

“He escuchado tu oración y he escogido este sitio como templo para los sacrificios. Así que, si mando una sequía y hago que no llueva u ordeno a las langostas que destruyan los campos o envío una peste sobre mi pueblo y si mi pueblo, el pueblo que lleva mi nombre, se humilla, ora, me busca y deja su mala conducta, yo lo escuchare desde el cielo, perdonare sus pecados y devolverá la prosperidad a su país. De ahora en adelante escucharé con atención las oraciones  que se hagan en este lugar porque he escogido y consagrado este templo como residencia perpetua de mi nombre. Siempre lo cuidaré y lo tendré presente.

humildad


7:14 - Y si mi pueblo se humilla (reflexión personal)

No, no es caer en bajezas, no es hacer que tus rodillas sangren caminando hincado a un templo; no es bajar la cabeza mostrando pena. No es darle poder a otro humano para que te cuide por ti a cambio de tu dignidad. No es mostrar su personalidad sin miedo al que dirán, pero viendo a cada lado para ver quién habla. No se trata de ese tipo de humillación ni de ninguna que denigre a tu ser, hecho a semejanza de Dios.

 

Humillarse es sacarse el ego y orar. Que dicha oración, sea compuesta o sincera, sea respetuosamente dirigida a Dios y le digas cómo te sientes. Pero no sólo para el dolor (Dios, necesito que me cures; Dios no tengo que comer); humillarse es salirse de la falsa imagen utilitaria o banal con la que clamas a Dios y darle gracias por tu sonrisa, por tú empleo, por la familia.

 

Es preguntarle a Dios, ¿cómo está usted?; Él escucha a quien se sale de las formas cuadradas y se adentra a estar a su lado, en las buenas y malas; que no duda cuando sucede lo que está de sucederse, en especial lo que es malo y que se alegra cuando entre tanta tribulación, muestra su poder en LA TIERRA, en la creación.

 

Allí nos humillamos de verdad, cuando somos tan humildes que entendemos el bien que Dios hace fiel a su palabra a quienes se lo han ganado y que nunca es en detrimento tuyo, porque estás cumpliendo un fin para el cual Él te hizo.

 

Y entre las redes del destino que Dios teje con hilos de nubes, la tierra prometida (el cielo), nos llegará, liberándonos del dolor y del pecado, de las tentaciones y los sinsabores, de lo que anárquicamente soñamos y que criticamos porque no los conseguimos y erróneamente pensamos o sentimos que Dios nos ha abandonado.

¿Quieres prosperidad?

Para tener prosperidad todo el país debe tenerlo; para eso es que uno se humilla, para que todo el país progrese y engrane de nuevo. Dios nos liberará del pecado y de quienes lo promueven, pero sólo si regresas a la humildad.

 

No temamos a los avances ni a los momentos placenteros que lo terrenal nos brinda. Pero sí temamos hacerlos nuestros guías y metas personales y mezquinas, porque allí sí volveremos a ser humillados por otros que se han empoderado como a bien el maligno acostumbra hacer: enseñándoles a forjar y tomar el poder y hacer que los buenos pierdan la confianza de volver a ser libres, por ellos mismos.

 

Humíllate dándote humildad, gozo, beneplácito, siendo tú de verdad en franca comunión con Dios. Haz a los demás felices como Él pidió, ten hijos y/o deja legados al mundo y que tu huella se perpetúe.

 

Ora, coméntale, muéstrale el respeto y la conversación humilde a Él y complácele mejorando con sus obras que son tus hermanos. Pon la otra mejilla y cuando ya hayas dado las dos, sigue tu camino y humíllate en la humildad, que ese ser seguirá humillándose en su ignorancia.

 

Para salvar al pueblo, hay que tener un corazón humilde que sepa entender que solos, no se puede; que para uno solo, no se hacen las cosas; que para progresar no debe denigrarse ni ser objeto de quienes venden ilusiones o dicen lo que se quiere escuchar sino lo que se debe escuchar.

 

Que la picardía, el atrevimiento, la armonía, regalar de sí, brindar una palabra de aliento, consuelo, abrazos y besos no es humillarse sino regalar de su humildad, decir que estoy contigo y sí más somos así, pues juntos haremos más.

 

Y eso que haremos, con Dios de nuestro lado y cumpliendo su palabra, es salvar al país.

Lcdo. Argenis Serrano

martes

LA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A FILEMÓN

Si va a hacerlo, hágalo bien


LA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A FILEMÓN El apóstol Pablo escribe un llamamiento personal y pastoral a Filemón, un querido compañero de trabajo, en nombre de Onésimo, el esclavo fugitivo de Filemón. Onésimo ha llegado donde Pablo está encarcelado y ha llegado a la fe en Cristo. Dado que Pablo permanece en prisión, esta carta, que acompaña al regreso de Onésimo a su maestro, ilustra la habilidad de Pablo en el cuidado pastoral desde la distancia. Pablo se basa en una retórica cuidadosa y los temas de la asociación en la fe y del amor mutuo de la comunidad cristiana para respaldar su llamado a Filemón para que haga lo correcto y reciba a Onésimo como un hermano en Cristo.


Esta carta revela la preocupación pastoral de Pablo por un individuo en particular y su confianza en que la fe y el amor que los cristianos comparten en Cristo pueden ser energizados al discernir lo que significa hacer una "buena obra" en casos particulares. Como ocurre con Filemón, la asociación de fe en la comunidad cristiana ofrece el apoyo y el aliento que permite una acción que va más allá incluso de lo que se pide o se imagina.


La carta de Pablo a Filemón es el decimoctavo libro del Nuevo Testamento. Como la más corta de las cartas de Pablo (335 palabras), se sitúa al final del "corpus paulino", que tradicionalmente ha sido ordenado no por fecha sino de la más larga a la más corta (de Romanos a Filemón).


La palabra de apertura identifica a Pablo como el autor de esta carta. Aunque agrega el nombre de Timothy como coautor, dentro del cuerpo principal de la carta su atractivo es repetidamente singular y personal (usando "yo" y "mi"). En un momento dado, hace una clara referencia a su "escribir esto con mi propia mano", ya que en realidad escribe un pagaré para cubrir cualquier pérdida que Filemón pueda haber experimentado (19).


La fecha de la carta depende de las suposiciones sobre la ubicación del encarcelamiento de Pablo en el momento de su redacción. Las fechas entre 55 E.C. y 61 E.C.son posibles. Probablemente sea mejor decir que simplemente no sabemos con certeza dónde estaba encarcelado Pablo cuando escribió esta carta.


Pablo escribe una carta pidiendo a Filemón que reciba de vuelta a Onésimo, su esclavo fugitivo, como hermano en Cristo.


Al leer Filemón, es útil tener en cuenta que está escuchando una carta que busca resolver una situación potencialmente explosiva. Pablo apela a un amo, que tiene derechos económicos y personales absolutos sobre su esclavo, para que haga la "buena acción" requerida en el amor cristiano responsable. Se trata de una situación de atención pastoral en la que Pablo pone en juego sus propios recursos personales (como apóstol, como prisionero y como amigo) y su habilidad para el argumento persuasivo. Cada palabra se elige cuidadosamente, y su atractivo está ingeniosamente construido para su impacto emocional y racional en Filemón.

AUTOR: James Boyce, profesor de Nuevo Testamento y griego


Filemón


Capítulo 1


1 Pablo, prisionero de Jesucristo, y Timoteo nuestro hermano, a Filemón, nuestro amado y colaborador,

2 y a nuestra amada Apia, y a Arquipo, nuestro compañero soldado, y a la iglesia de tu casa:

3 Gracia y paz a vosotros de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

4 Doy gracias a mi Dios, mencionándome siempre en mis oraciones,

5 Al oír el amor y la fe que tienes para con el Señor Jesús y todos los santos;

6 Para que la comunicación de tu fe sea eficaz mediante el reconocimiento de todo lo bueno que hay en ti en Cristo Jesús.

7 Porque tenemos gran gozo y consuelo en tu amor, porque las entrañas de los santos son refrescadas por ti, hermano.

8 Por tanto, aunque pueda ser muy atrevido en Cristo para disfrutar de ti lo que es conveniente,

9 Sin embargo, por amor más bien te ruego, siendo como Pablo el anciano, y ahora también preso de Jesucristo.

10 Te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis cadenas:

11 Lo que en el pasado te fue inútil, pero ahora útil para ti y para mí.

12 A quien he enviado de nuevo, recíbelo tú, es decir, mis propias entrañas.

13 a quien quisiera retener conmigo, para que en tu lugar me sirviera con las ataduras del evangelio;

14 Pero sin tu mente no haría nada; para que tu beneficio no sea por necesidad, sino voluntariamente.

15 Porque quizás, por tanto, partió por un tiempo, para que lo recibieras para siempre;

16 No ahora como siervo, sino más que siervo, hermano amado, especialmente para mí, pero ¿cuánto más para ti, tanto en la carne como en el Señor?

17 Si me tienes por socio, recíbelo como a mí mismo.

18 Si te ha hecho mal o te debe algo, ponlo en mi cuenta;

19 Yo, Pablo, lo he escrito de mi propia mano, te lo pagaré; aunque no te digo cuánto me debes a mí incluso a ti mismo.

20 Sí, hermano, déjame tener gozo de ti en el Señor; refresca mis entrañas en el Señor.

21 Confiando en tu obediencia, te escribí, sabiendo que tú también harás más de lo que digo.

22 Pero prepárame también alojamiento, porque confío en que por tus oraciones te seré dado.

23 Allí te saluda Epafras, mi compañero de prisión en Cristo Jesús;

24 Marcus, Aristarchus, Demas, Lucas, mis compañeros de trabajo.

25 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.

Traducido con Google. Cortesía, Frank Wesley - Denver, USA.

lunes

La Biblia contra el Racismo

 

¿De dónde salieron las razas?

“Adán llamó a su esposa por nombre Eva, porque ella tenía que llegar a ser la madre de todo el que viviera.” (Génesis 3:20)

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declara que “todos los seres humanos pertenecen a la misma especie y tienen el mismo origen” (Declaración sobre la Raza y los Prejuicios Raciales, de 1978).

Según LA BIBLIA: Dios creó a dos seres humanos, Adán y Eva, y les mandó: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla” (Génesis 1:28). Por lo tanto, Adán y Eva son los padres de la humanidad entera. Siglos después hubo un diluvio que eliminó a casi todas las personas. Solo sobrevivieron ocho: Noé, su esposa, sus tres hijos y sus nueras. La Biblia enseña que todos descendemos de los hijos de Noé (Génesis 9:18, 19).

 ¿Hay razas que sean superiores a otras? “Dios hizo de un solo hombre toda nación de hombres, para que moren sobre la entera superficie de la tierra”. (Hechos 17:26)

En el siglo XX aparecieron muchos grupos con ideas racistas, como los nazis, quienes aseguraban que había base científica para creer que su raza era superior. 

En cambio, el documento de la UNESCO antes citado reconoce “la unidad intrínseca de la especie humana y por consiguiente, la igualdad fundamental de todos los seres humanos y todos los pueblos”.

Hechos 10:34, 35 dice: “Dios no es parcial, sino que en toda nación, el que le teme y obra justicia le es aceptado”. Así que no hay razón para pensar que haya razas superiores a otras.

Los cristianos se rigen por estas palabras de Jesús: “Todos ustedes son hermanos” (Mateo 23:8). Cristo le pidió a su Padre que sus discípulos fueran “perfeccionados en uno”, es decir, que no hubiera divisiones ni discriminación entre ellos (Juan 17:20-23; 1 Corintios 1:10).

¿Acabará algún día el racismo?

“En la parte final de los días [...] la montaña de la casa de Dios llegará a estar firmemente establecida [...]; y a ella tendrán que afluir todas las naciones.” (Isaías 2:2)

Al ver las graves tensiones raciales, mucha gente se pregunta si realmente habremos avanzado en la lucha contra el racismo. Algunos creen que jamás la podremos ganar.

Dios no tolerará el racismo indefinidamente. Al contrario, bajo su Reino, los hombres y las mujeres “de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas” le servirán unidos y demostrarán que se aman unos a otros (Revelación [Apocalipsis] 7:9).

El Reino de Dios no es algo que se lleve en el corazón; es un gobierno real que actuará en la Tierra, el lugar donde Dios quería que todos los hombres vivieran sin barreras raciales

domingo

Escapa por tu Vida

 

La trágica noche del viernes 13 de noviembre de 2015 muchas personas en la ciudad de París – Francia, tuvieron que escapar por sus vidas. Uno de los sitios que fue atacado por terroristas esa noche fue el teatro Le Bataclan.

En medio de la desesperación muchos lograron salir a tiempo, pero lamentablemente otros no pudieron escapar con vida. 89 personas murieron a causa de dicho ataque.

Con mucho respeto a los familiares que perdieron a sus seres queridos esa noche, quisiera recordar algunos detalles de ese trágico evento como ejemplo de la necesidad que tenemos de estar preparados para la eternidad.

El concierto

El teatro Le Bataclan estaba repleto de fanáticos que estaban presentes para escuchar a su banda favorita “Death Eagles Metal” que traducido es “Águilas de la Muerte”.

Nadie dentro de ese teatro anticipaba que esa noche muchos iban a morir. La Biblia dice: “El falso dios de este siglo (Satanás) cegó el entendimiento de los incrédulos para que no les resplandezca la luz del evangelio” [2 Corintios 4:4].

Muchos hoy en día se encuentran distraídos o entretenidos e ignoran el peligro que corren sus vidas por no tener a Cristo como su Salvador.

Las canciones

En el momento en que irrumpieron los terroristas, la canción que se tocaba era “Besar al diablo”. Momentos antes habían cantado “No ores por mi ahorita, guarda tu oración para la mañana”.

Lo que no sabía el público es que mañana iba a ser demasiado tarde para algunos. La Biblia dice: “He aquí ahora el día de salvación” [2 Corintios 6:2].

El crimen

Los atacantes comenzaron a atacar indiscriminadamente contra el público que se encontraba cantando a todo pulmón. La gente estaba indefensa, no esperaban un crimen de esa magnitud.

De manera similar, la muerte no respeta edad, religión, nacionalidad, etc. La Biblia dice: “La muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” [Romanos 5:12].



El caos

Los atacantes crearon un pánico increíble esa noche. Muchos pueden recordar las tristes escenas de personas heridas o muertas o llenas de pánico, desesperadas por salvar sus vidas.

Pero el caos más triste es el del alma que muere sin Cristo. La Biblia dice: “Está establecido para los hombres que mueran una sola vez y después de esto el juicio” [Hebreos 9:27].

Los culpables

Éstos fueron unos jóvenes nacidos en Francia pero adoctrinados por el ISIS (grupo terrorista). La mayoría de ellos murió esa noche también.

Nos preguntamos, ¿Qué les llevó a cometer tal atrocidad contra gente indefensa?; la respuesta es el pecado.

La Biblia dice: “Porque de dentro del corazón del hombre es que salen los malos pensamientos, los homicidios, las maldades” [Mateo 7:21-22].

El consejo

Ante tanta incertidumbre en el mundo de hoy es necesario estar preparados para la eternidad. El mejor consejo que se le puede dar a alguien está en La Biblia: “Escapa por tu vida”, “prepárate para venir al encuentro de tu Dios”, “cree en el Señor Jesucristo y será salvo” pues “si confesare con tu boca Jesús es el Señor y creyeres en tu corazón que Dios levantó a los muertos, será salvo” [Génesis 19:17; Amós 4:12; Hechos 16:31; Romanos 10:9].

Timothy Turkington

viernes

El 11:11 en La Biblia

Tanto que se habla del 11:11 como hora de pedir deseos, que en un ejercicio bíblico extraje las poseedoras de ese número de los 4 evangelios, para activar la mente sobre La Biblia o, para los más modernistas, los que han visto películas/documentales. 

Vean con atención: El 11:11 en La Biblia, El Azar y la Fe (Experimento)


Según San Juan: 11:11 Después agregó: "Nuestro amigo Lázaro duerme, pero yo voy a despertarlo".

Según San Lucas: 11:11 ¿Hay algún padre entre ustedes que dé a su hijo una serpiente cuando le pide un pescado?

Según San Marcos: 11:11 Jesús llegó a Jerusalén y fue al Templo; y después de observarlo todo, como ya era tarde, salió con los Doce hacia Betania.

Según San Mateo: 11:11 Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que él. 


¿Cuál fue el motivo de este ejercicio? 


Los números y la fe se conjugan. Por ello una de las virtudes teologales es la ciencia. Nada queda al azar. Y aunque pogamos pícara fe en ello, deseando de manera metódica y con buena voluntad, son nuestras acciones las que nos dan la llamada suerte, como recompensa por el bien.

Y si pasamos por momentos difíciles, es porque la vida fácil pasa a ser aburrida y al mirar atrás, nada verás.

En cambio al mirar a los tiempos en que Jesús estuvo en La Tierra, pese a esos pequeños extractos ¿qué no evocamos al recordar y aprendemos para nuestro día a día?

Mucho, porque eso nos demuestra que el azar es algo terrenal, el destino está en el lápiz de Dios y somos nosotros quienes le damos razones para borrar y describir.

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