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La Biblia contra el Racismo

 

¿De dónde salieron las razas?

“Adán llamó a su esposa por nombre Eva, porque ella tenía que llegar a ser la madre de todo el que viviera.” (Génesis 3:20)

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declara que “todos los seres humanos pertenecen a la misma especie y tienen el mismo origen” (Declaración sobre la Raza y los Prejuicios Raciales, de 1978).

Según LA BIBLIA: Dios creó a dos seres humanos, Adán y Eva, y les mandó: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla” (Génesis 1:28). Por lo tanto, Adán y Eva son los padres de la humanidad entera. Siglos después hubo un diluvio que eliminó a casi todas las personas. Solo sobrevivieron ocho: Noé, su esposa, sus tres hijos y sus nueras. La Biblia enseña que todos descendemos de los hijos de Noé (Génesis 9:18, 19).

 ¿Hay razas que sean superiores a otras? “Dios hizo de un solo hombre toda nación de hombres, para que moren sobre la entera superficie de la tierra”. (Hechos 17:26)

En el siglo XX aparecieron muchos grupos con ideas racistas, como los nazis, quienes aseguraban que había base científica para creer que su raza era superior. 

En cambio, el documento de la UNESCO antes citado reconoce “la unidad intrínseca de la especie humana y por consiguiente, la igualdad fundamental de todos los seres humanos y todos los pueblos”.

Hechos 10:34, 35 dice: “Dios no es parcial, sino que en toda nación, el que le teme y obra justicia le es aceptado”. Así que no hay razón para pensar que haya razas superiores a otras.

Los cristianos se rigen por estas palabras de Jesús: “Todos ustedes son hermanos” (Mateo 23:8). Cristo le pidió a su Padre que sus discípulos fueran “perfeccionados en uno”, es decir, que no hubiera divisiones ni discriminación entre ellos (Juan 17:20-23; 1 Corintios 1:10).

¿Acabará algún día el racismo?

“En la parte final de los días [...] la montaña de la casa de Dios llegará a estar firmemente establecida [...]; y a ella tendrán que afluir todas las naciones.” (Isaías 2:2)

Al ver las graves tensiones raciales, mucha gente se pregunta si realmente habremos avanzado en la lucha contra el racismo. Algunos creen que jamás la podremos ganar.

Dios no tolerará el racismo indefinidamente. Al contrario, bajo su Reino, los hombres y las mujeres “de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas” le servirán unidos y demostrarán que se aman unos a otros (Revelación [Apocalipsis] 7:9).

El Reino de Dios no es algo que se lleve en el corazón; es un gobierno real que actuará en la Tierra, el lugar donde Dios quería que todos los hombres vivieran sin barreras raciales

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