Dejar
sentada la fe, para que ésta se lea, vea, sienta y retransmita por los demás,
es una de las múltiples bondades de la masificación de la comunicación. Y el
cómo se ha acrecentado la devoción por Gauchito
Gil dentro y fuera de Argentina, es prueba de ello.
¿Por qué sucede este fenómeno?
Durante
siglos, los devotos han hecho largas procesiones a los templos votivos de los
santos, vírgenes y/o ánimas para solicitar favores, agradecer los mismos o
simplemente fortalecer la devoción.
Resulta
difícil para quienes se encuentran en zonas geográficas apartadas o su situación
socioeconómica o de salud, incluso logística, poder asistir a dichos lugares
devocionarios a dar testimonios de fe.
Sucede
pues que se han creado soluciones acordes a los tiempos y que fungen como
lugares de encuentro y atestación, como el sitio web del Santuario Gauchito Gil, diseñado para que toda persone fervorosa
y/o necesitada, deje su petición a este “santo
popular”.
Y
sí leemos dichos testimoniales, podemos observar que Gauchito Gil los ha
cumplido, porque así como millares de usuarios las leen y creen, de la forma
más etérea y quizás incomprensible para nosotros los humanos, pero que sabemos existe,
él las lee y hace todo lo posible para ser un gran intercesor a favor de los
petitorios, para que las carencias, solicitudes y sanos anhelos, se cumplan.
Por
eso, sean o no ciudadanos argentinos, vale la pena leer con detenimiento el
sitio del Santuario votivo a Gauchito Gil, solicitar con fe y mesura y creer
que además de lo que piden será leído en sus corazones por el ánima poderosa de
GG, será multiplicador de su existencia, fuerza, intercesión y milagros.
Escribir
y ayudar a que los demás tengan fe, es una tarea de todos y realmente, hermosa.
Sobre Gauchito Gil
No
sólo Argentina es fiel devota a Gauchito Gil. España, México y Paraguay han
dejado muestras imborrables de devoción, la cual se está multiplicando por el
continente americano y europeo.
Incluso
muchos venezolanos y colombianos seguimos
la página del Santuario en honor a Gauchito Gil, sea o no la fecha de
sus fiestas (08 de enero); esto da por sentado que la devoción está creciendo.
Ello
lo hemos explicado como un fenómeno de los medios y su masificación. Pero hay
un elemento mucho más trascendente: la reciprocidad
entre el ánima y los creyentes.
Generacionalmente,
la devoción a esta ánima poderosa ha aumentado no sólo por la cantidad de
milagros que ha mostrado sea en su devoción en su templo o por los petitorios
en la página web de su Santuario.
Sino
por la fe que se ha transmitido como un ejemplo de humildad, entrega, respeto y
de quienes se ven reflejados en él como personas de buen corazón, que pueden
lograr grandes obras en los demás, específicamente en su bienestar físico y
espiritual.
Su
nombre real era Antonio Plutarco Cruz
Mamerto Gil Núñez; demostró todas las habilidades y bondades del gaucho
argentino. Tomó la decisión de robar a los ricos para darle a los pobres,
evitando siempre el agredir o traumar, mucho menos quedarse con algo de cada
botín.
Su
trabajo se basaba en la equidad y le quitaba lo mal habido al injusto para
dárselo al necesitado o afectado.
De
allí que la Iglesia Católica h tenido sus reservas para llevarle a los altares,
lo que no ha sido obstáculo para la devoción popular, que le tiene en hermosas
y muy sentidas tallas artesanales en sus altares de casa, oficina, negocios e
incluso en sitios públicos. Sí no la tienen en tu país, el Santuario las vende
en distintas formas artísticas.
La
devoción a Gauchito Gil es pues, la demostración del amor, empatía, comprensión
y reciprocidad del pueblo. De allí que más y más países busquen contactar desde
la oración hasta las peticiones hechas en la web del Santuario, para que él les
cumpla como lo ha hecho con miles de personas.
La tecnología es una gran manea de llevar la palabra, en especial cuando esta es la mera expresión de la verdad, el sentir y la solidaridad de los pueblos. Cuando usted deja un mensaje pidiendo o agradeciendo, está dando confianza a otra persona a atreverse.
Y
sí piden de corazón, con bien y equidad, de seguro, recibirán.
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