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Las Religiones y el Cáñamo


Obviamente que cada religión solicita la pureza del cuerpo, mente y espíritu. Pero la historia de la humanidad, ligada directamente a estas, sabe que los productos derivados del cáñamo pueden ser por igual una salvación para la humanidad de manera socioeconómica, como los parámetros controlados para la salud.

 

Ya algunas religiones, como la católica, se encuentra conscientes y proactivas en el buen uso de estos productos, procurando siempre que no existan riesgos para la salud, para la seguridad y que no se propulse el ocio o clandestinidad con ello.

 

Controlar el cómo se cultiva, quiénes lo harán, cuáles son las industrias y departamentos de control sobre la siembra, materia prima, transporte, proceso, producto terminado, ventas y destino de lo recaudado, son pasos que la iglesia católica y las correspondientes a cada religión o secta, solicitan a las autoridades, haciendo ellos su trabajo de vigilancia ciudadana y como entes base en la sociedad mundial.

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Religiones y legislaciones: Su tratamiento ante el avance en la siembra y producción de cáñamo y derivados

Aunque los resultados no son siempre los sugeridos por los jefes de las distintas religiones, salvo aquellas muy arraigadas como el budismo o el islam, entre otras, siempre son consultados para la argumentación de las leyes, ya que algunas constituciones son muy apegadas a tal o cual religión y realizar leyes que las confronten lo que hacen es dividir más a la  ciudadanía, lo que para los políticos, es su principio o fin.

 

Algunos factores como la legalidad del cáñamo y la extracción de sus diversos componentes para su multiplicidad de uso, es un tema recurrente.

En este punto, las diversas religiones consultan a los entes públicos, privados y particulares dedicados al agro y a la industria, con el fin de valorizar qué productos benéficos para sus respectivas greyes se pueden crear.

 

De allí nace la buena pro de las distintas religiones hacia el cáñamo y sus derivados o propiedades, aunque casi siempre se va hacia el sector salud y recreativo, donde los putos éticos y apegados a las sagradas escrituras de cada religión, pasan a ser más estrictos.

 

Para no tocar terreno falso, quien suscribe procura no tocar el tema, quede en usted estimado lector, sus necesidades y conciencia, fuerza de voluntad y compromisos, el qué decir y hacer al respecto del tema.

 

Las religiones y su postura ante los productos derivados del cáñamo

Behaísmo: Aceptan su uso para productos que beneficien a las personas mientras no sean para recreación u ocio. Ejemplo: Salud y textiles.

Budismo: Buda Gautama se alimentó de semillas de cáñamo, dando a entender a los acólitos de una de las religiones más grandes del mundo, que mientras sea para alimentación o salud, el cáñamo está permitido.

 

Cristianismo: Sólo la aceptan para la industria (papel, construcción, textil) y en el uso controlado para la salud, pero no para lo recreativo.

 

Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días: Autoriza el uso del cáñamo y de las plantas de donde deriva mientras no sean psicoactivas, aupando incluso la venta a través de páginas web. Incluye también productos textiles y papelería.

 

Iglesia ortodoxa: Es una de las religiones que aún no la ha aceptado ni por salud o recreación, ni para la industria. No acepta su siembra.

 

Iglesia protestante: Están en contra del uso de los derivados del cáñamo como medicinal, recreativo o alimenticio si afectan la psiquis; de lo contrario, aceptan su venta libre o por páginas web de productos regulados por los entes de salud y aval de ministerios protestantes; también lo aceptan para su utilización industrial.

 

Con fines medicinales, alimenticios e industriales (textil, construcción), es aceptada por varias  iglesias protestantes de los Estados Unidos, entre ellas la iglesia presbiteriana, la iglesia metodista unida, la iglesia unida de Cristo y la iglesia episcopal.

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Hinduismo: Los derivados de la semilla del cáñamo y de las flores con las que se hacen productos como el Orange Bud en Europa, son consumidos regularmente por la grey de esta, una de las religiones más abiertas y libres en el mundo. El cáñamo es altamente respetado por creerse que es una herencia nacida del cuerpo de Shiva para su pueblo.

 

Islam: Está entre las religiones que permite el consumo y uso en todas sus formas del cáñamo, haciéndoles productores y promotores para todo el mercado del Medio Oriente, además de ser consumidores de los que se vende en Europa, teniendo negocios directos con los productores de España, que han creado una multiplicidad de productos derivados del cáñamo, todos legales y respaldado por las distintas religiones que hacen vida en la península ibérica.

 

Judaísmo: Sólo acepta al cáñamo para la industria textil y papelería, no para la medicinal ni recreativa. Aunque entre ellos, siguen existiendo diatribas gracias a errores en las traducciones de los textos antiguos.

 

Rastafari: Para ellos el cáñamo y sus derivados son sagrados, considerándole el árbol de la vida y del permiso para sentirse bien, por lo tanto, todo uso que se haga del mismo, está bien visto por esta, una de las religiones nacidas en el siglo XX que aceptan a esta planta como una de las llaves para acercarse a Dios.

 

Cienciología: La acepta para el uso en la industria de la construcción y textiles o combustibles biodegradables, pero no como uso medicinal o recreativo.

 

Sijismo: Sólo acepta el uso del cáñamo para obras que beneficien a las personas y mantengan su cuerpo y mente limpias de productos que no sean netamente alimenticios o ropas que les hagan sentir en armonía con su entorno y ellos mismos.

 

Taoísmo: Es una de las religiones que ha mantenido el uso constante del cáñamo y sus derivados. Le creen purificador y necesario. Por ende, aúpan y entienden el valor espiritual del mismo, así como el económico, ya que desde su siembra hasta el producto terminado, muchas personas están involucradas y manteniendo a los suyos como a sí mismos, gracias a las bondades del cáñamo y todo de lo que él se puede extraer, sintetizar y transformar para el beneficio, necesidad y placer de los consumidores.

 

Conclusión

Las religiones han estado vigilantes pero abiertas a los cambios y necesidades de sus pueblos. Evitan que se descarríen así como buscan que no olviden sus tradiciones y dogmas.

Por ende, el uso del cáñamo, que fue de los primeros productos en la historia de los tiempos para la creación de sogas, redes y cestos, entre otros, bien tiene que ser analizado para darle mejores usos controlados, gracias a la tecnología.

Las religiones saben que dependen de abrir los ojos o simplemente, serán abandonadas por la mayoría de sus feligreses que buscan no solo la espiritualidad, sino conexión con las realidades de los pueblos.

 

Lcdo. Argenis Serrano

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