La sangre, al ser el s铆mbolo de la vida, ocupa un lugar sagrado o especial en las doctrinas de varias religiones, refrendado por el hecho de que mientras que la mayor铆a de las grandes confesiones religiosas no se oponen a los tratamientos m茅dicos que involucran la sangre (como an谩lisis ya sea de VIH, VDRL, pruebas de dengue, ant铆geno prost谩tico o transfusiones), una minor铆a significativa tiene una postura estricta de rechazo absoluto bas谩ndose en su interpretaci贸n de los textos b铆blicos.
Los Testigos de Jehov谩 y su postura de rechazo
Esta secta es, con
diferencia, la m谩s conocida por su firme y categ贸rica oposici贸n a las
transfusiones de sangre, incluso en casos de emergencia o peligro inminente de
muerte. Esta postura no se aplica a los ex谩menes de sangre rutinarios realizados
en laboratorios en merida y el resto del pa铆s, pero s铆 a cualquier
procedimiento que implique introducir sangre entera o sus componentes
principales en el cuerpo.
El rechazo se basa en una
interpretaci贸n literal de varios pasajes b铆blicos que, seg煤n su doctrina,
proh铆ben el "consumo" de la sangre. Argumentan que recibir una
transfusi贸n es equivalente a "comer" sangre y, por lo tanto, viola un
mandato divino. Los textos clave que citan incluyen:
G茅nesis 9:4:
"Solo carne con su alma —su sangre— no deben comer."
Lev铆tico 17:10, 11 y 14:
Donde se establece que "el alma de toda clase de carne es su sangre"
y que quien la coma ser谩 "eliminado de entre su pueblo".
Hechos 15:28, 29:
Donde se ordena a los cristianos "que se abstengan [...] de la
sangre" y de "animales estrangulados".
Implicaciones m茅dicas
A pesar de su rechazo a
las transfusiones, los Testigos de Jehov谩 s铆 buscan atenci贸n m茅dica y
son pioneros en el desarrollo y promoci贸n de la Medicina y Cirug铆a Sin
Sangre (MCC), que utiliza t茅cnicas avanzadas para minimizar la
p茅rdida de sangre, estimular la producci贸n de gl贸bulos rojos del paciente (con
medicamentos) y emplear soluciones no sangu铆neas, con una especie de alb煤mina
sint茅tica que no siempre tiene a mano,
en especial en las ciudades suburbanas o pueblos, dificultando a los m茅dicos la
pronta atenci贸n.
Y es que en cuanto a las fracciones
menores de la sangre (como la alb煤mina, inmunoglobulinas o factores de
coagulaci贸n), la decisi贸n se deja a la conciencia personal de cada
miembro, ya que no son consideradas por la organizaci贸n como un
"componente principal" en la misma categor铆a que el plasma o los
gl贸bulos rojos.
La perspectiva de la Iglesia Cat贸lica sobre la sangre: Un acto de caridad
La Iglesia Cat贸lica
adopta una posici贸n que respalda plenamente las transfusiones y la
donaci贸n de sangre, vi茅ndolas como un acto de caridad y amor al
pr贸jimo, otorg谩ndole as铆 el valor supremo de la vida de los unos a los
otros.
Para la doctrina
cat贸lica, la vida humana es un don sagrado que debe ser protegido y
preservado con todos los medios moralmente l铆citos. El Catecismo de la
Iglesia Cat贸lica (CIC) y las ense帽anzas papales sobre bio茅tica y moral
m茅dica afirman que, dado que la transfusi贸n de sangre es un tratamiento
vital que salva vidas l铆cito y que a menudo resulta un imperativo moral.
El principio de totalidad:
La doctrina cat贸lica permite el uso de recursos que, aunque afecten una parte
del cuerpo, son necesarios para preservar la vida o la salud del conjunto del
organismo.
Donaci贸n: Caridad fraterna
La donaci贸n de sangre y
la donaci贸n de 贸rganos son consideradas por el Magisterio cat贸lico como una de
las expresiones m谩s altas de la caridad y la solidaridad humana.
El Papa Francisco
y San Juan Pablo II han elogiado expl铆citamente la donaci贸n,
refiri茅ndose a ella como una manifestaci贸n de amor que imita el sacrificio de
Cristo. En este contexto, no existe ninguna prohibici贸n o restricci贸n b铆blica o
can贸nica que impida a los cat贸licos recibir o donar sangre.
Las citas del Antiguo
Testamento sobre abstenerse de la sangre (como alimento) son interpretadas
en el Nuevo Testamento como preceptos rituales que perdieron su
obligatoriedad con la Nueva Alianza y el sacrificio de Jes煤s.
Otras religiones
La gran mayor铆a de las
religiones principales a nivel mundial, incluyendo el Islam, el Juda铆smo,
el Budismo y las principales ramas del Protestantismo (como
Metodistas, Bautistas, Luteranos, etc.), no tienen prohibiciones religiosas
contra las transfusiones de sangre.
El Islam en
su ley isl谩mica (Sharia) prioriza la preservaci贸n de la vida. Si
un tratamiento (incluida la transfusi贸n) es necesario para salvar una vida y no
hay alternativas adecuadas, es permitido y obligatorio.
En el Juda铆smo al
igual que en el Islam, el principio de Pikuach Nefesh (salvar una
vida) anula casi todas las leyes rituales. La transfusi贸n es permitida y
vista como un acto de salvaci贸n vital.
Por ende, el debate
m茅dico-religioso sobre la sangre y las transfusiones se centra casi
exclusivamente en la doctrina de los Testigos de Jehov谩, mientras que la
Iglesia Cat贸lica y la mayor铆a de las dem谩s confesiones apoyan activamente o
permiten estos procedimientos como medios leg铆timos para preservar el don
sagrado de la vida.

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