El
arrepentimiento, visto desde una
manera conceptual se encuentra entrelazado en la Biblia con el deseo de
regresar a la gracia y el favor de Dios.
A lo largo de las Escrituras, se enfatiza que el
arrepentimiento no es sólo un reconocimiento de los errores, sino un verdadero
cambio de corazón y ve hacia una vida que busca seguir los caminos de Dios.
Errare humanum est, y en eso todos hemos caído. Pero la mayoría de las ocasiones
en que surge el arrepentimiento, son:
-
Por aquello que
se hizo de manera intencional y se reflexiona y reconoce que no debió ser,
aceptando –e incluso buscando- el justo castigo por lo cometido.
-
Motivado por aquella
acción refleja que no caló bien en los demás o hizo daño físico o material de cualquier
índole.
-
Amparar lo que
era incorrecto desde su génesis.
En ocasiones se confunde al arrepentimiento con el
hubiera, en esos momentos en que nos fustigamos por lo que no hicimos o por no haber
estado para remediar un suceso.
Si no existió omisión, culpa, pensamiento, palabra,
financiamiento directo y todo mal intencionado, no puedes arrepentirte, te
estás flagelando por aquello que está fuera del control.
Duele, pero es la verdad.
El arrepentimiento para los cristianos y gente de toda religión enfocados en la buena voluntad
No somos ni jueces ni verdugos. Quien no quiere
ayudar ni ayudarse y no resarce sus errores intencionales o no, no se
arrepiente. Y no debemos arrepentirnos por ellos, ya que es su decisión, sólo
mantenernos al margen y que Dios funja como quien ha sido desde el principio
del tiempo: El Justo Juez.
En los siguientes versículos de La Biblia se habla
sobre el arrepentimiento de forma directa o indirecta, quede en cada quien la reflexión
y sepamos cuándo arrepentirnos y las consecuencias de no hacerlo.
Y es claro que para no arrepentirse, lo mejor es no
obrar mal, pero existen ocasiones en que nos sentimos atados de manos y es tan
grande nuestro corazón y vocación que nos sentimos inútiles o indignos y
optamos por andar penando y estar arrepentidos por algo que escapaba de nuestro
control.
Cuando lo que debimos hacer en ese tiempo, fue ser útiles
y dignos para minimizar el impacto de nuestros errores o del entorno, ya que es
mejor hacer y levantarse, que echarse a llorar.
Estos versículos abarcan diferentes aspectos del
arrepentimiento, como la necesidad de volver a Dios, las promesas de perdón y
la importancia del cambio de corazón.
El arrepentimiento en el Antiguo Testamento
Ezequiel 18:30-32
"Por tanto, convertíos, y volved de todas
vuestras transgresiones; y no será en vosotros la iniquidad para tropiezo.
Recibiré de vosotros un corazón nuevo, y un espíritu nuevo; y quitaré de
vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne."
Joel 2:12-13
"Por eso, ahora, dice el Señor: Convertíos a mí
de todo vuestro corazón, con ayuno, llanto y lamento. Rasgad vuestros corazones
y no vuestros vestidos; y convertíos al Señor vuestro Dios, porque Él es
misericordioso y clemente, lento para la ira y grande en misericordia."
Proverbios 28:13
"El que encubre sus pecados no prosperará; más
el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia."
Isaías 55:7
"Deje el impío su camino y el hombre inicuo sus
pensamientos; y vuelva a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios
nuestro, el cual será amplio en perdonar."
El arrepentimiento, descrito en el Nuevo Testamento
Mateo 4:17
"Desde entonces comenzó Jesús a predicar y a
decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado."
Lucas 5:32
"No he venido a llamar a justos, sino a
pecadores al arrepentimiento."
Hechos 2:38
"Pedro les dijo: Arrepentíos y bautícese cada
uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y
recibiréis el don del Espíritu Santo."
Hechos 3:19
"Así que, arrepentíos y convertíos, para que
sean borrados vuestros pecados, para que vengan de la presencia del Señor
tiempos de refrigerio."
2 Corintios 7:10
"Porque la tristeza que es conforme a la
voluntad de Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que
lamentarse; más la tristeza del mundo produce muerte."
Romanos 2:4
"¿O menosprecias las riquezas de su bondad,
paciencia y longanimidad, ignorando que su bondad te guía al
arrepentimiento?"
1 Juan 1:9
"Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y
justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad."
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