Fundamentamos
principalmente la importancia de los dibujos en los niños en este versículo: “Y
ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina
e instrucción del Señor” (Efesios 6:4).
Porque un
niño enojado, se resiente, se cierra, elucubra lo que no existe o lo que no
debe; se retrae, teme, odia, se rebela contra lo que no le está atando, se
aleja de cualquier forma de expresión y por ende, del amor. ¡Y ya podemos
intuir lo que podría resultar!
La importancia de los dibujos en los niños
Una niña
o un niño que dibuja, está hablando con todos. Dice lo que ve, lo que siente,
lo que escucha, lo que entiende, lo que quiere.
Puede así
hacer dibujos de arboles y comprender
cómo ellos pueden ser el lugar de sombra donde juega con su padre a la pelota o
su madre le acompaña con alimentos o juega con sus hermanos o amiguitos en un
columpio o quien se sube y baja primero.
Dibuja su
visión del hogar, lo que le gusta y le disgusta o entristece –incluso teme- del
mismo. Cómo ve al entorno (nubes, aves, un auto o sus vecinos) y le da los
colores que quiere ver o cómo pudo resolver con los colores que a mano tenía.
Cabe decirles
que es imperativo que los niños tengan papel y lápices de colores siempre a
mano –mínimo-, porque la importancia de los dibujos en los niños radica en la
continuidad y espacio para que se exprese y que no se guarde lo que siente debe
decir, pero que requiere contexto (el cual, viene en trazos y colores).
Cuando
una niña o niño pinta, se aleja un rato del mundo sin hacerse ajeno, sólo está
demostrando sus dotes artísticas. Muchas veces, su mente está concentrada en
describir el amasijo de sensaciones que no sabe dominar, pero de manera inconsciente
logra canalizar a través de los colores, lápices, temperas, acuarelas, pinta
dedos o más.
Y cuando
termina su obra, va directamente hacia la persona o personas que ama,
regalándoles su arte, describiendo luego con palabras lo que sabe está en su
imagen, pero sin quererlo, logra contextualizar, haciendo que sus dos hemisferios
cerebrales trabajen de manera armoniosa, junto con su corazón.
Disciplina e instrucción del Señor
La disciplina
es la rectitud y el no dar cabida a nada malo, sea que brote de sí o amparar lo
que otros hagan. Los niños pues, deben ser criados para que eviten dichas
actitudes.
Y una de
las bondades medulares de la importancia de los dibujos en los niños, es que
sus trazos no callan lo que sienten y no pueden expresar con palabras.
El maltrato
o abuso que temen decir con palabras o incluso la mirada, se revela a través de
un dibujo y se logra justicia porque es la declaración
de un ser humano.
Y con
respecto a la instrucción del Señor, se habla de bien y libertad. En su
inocencia, pero con trazos, muestran su potencial, mismo que les servirá de
asidero en su formación personal. El Señor pide cosas buenas de cada quien,
pues que éstas sean predichas desde la más tierna infancia, son un vaticinio de
regocijo al ver a un ciudadano ejemplar y mejor aún, a un digno hijo de Dios.
Por ende,
la importancia de los dibujos en los niños radica en su forma de comunicación,
en ocasiones fáctica y en otras, transicional; pero siempre repletas de su inocencia,
mejores deseos y canalización de todo aquello que les da curiosidad, temor o
alegría, siendo esta última, padres, madres, representantes y todos en general,
su deber de promover.
Los dibujitos
felices, son señal de paz y buenos momentos.
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