¡Oh Dios!, aparta de mi lado a esos seres malvados y miserables que acechan.
Por
ello acudo a ti reina Santa Bárbara
para que los confundas, apártalos de mí y a ti aclamo con fe y te entrego mi
vida; tú la sublime protectora y generosa cristiana que abres tu pecho para los
buenos seres, en él entro y de él saldré con la sangre de tu corazón para
librarme de los envidiosos, tóxicos, burlistas, engañados, ladrones y
oprobiosos.
Te
pido que me defiendas e ilumines y no permitas que interrumpan mi marcha cristiana
y si persisten, tu espada y el infierno sean el castigo como pago a sus
maldades para conmigo, los míos, con quien sea; seas tú, Santa Bárbara bendita nuestra noble guardiana y garante de nuestra
prosperidad en salud, negocios, familia y amor.
Esta oración se reza los
martes y viernes, iniciándola y terminándola con tres Padrenuestro y tres AveMaría.
Santa Bárbara siempre
cumple y así mismo has de corresponderle, no sólo con rezos, frutas y velas
blancas y flores, sino llevando el bien recibido a otros más allá de tu círculo
social.