La
magia es el arte o ciencia que enseña a hacer cosas
extraordinarias y admirables. Muchas veces es tomada de mala forma, como tabú,
herejía, error de concepción, falsedad.
La magia es un hechizo,
encanto o atractivo con el que una cosa, persona o representación atrae,
deleita, deja en suspenso a otra u otras.
Por ejemplo, decir, ¿quién escapa a la magia de su mirada?,
más que una alegoría o metáfora, es una representación de lo que va más allá de
lo tangible o tácito.
La creencia en la magia es
tan antigua como el mundo y no hay ni un solo pueblo que no la haya tenido
entre sus percepciones y búsqueda de materializarle.
Las
Sagradas Escrituras aseguran la existencia de la magia,
entendida ésta como el arte de hacer obras maravillosas con el auxilio del
demonio en algunas ocasiones y como demostración de talento, portento y
esperanza por parte de los arcángeles.
Hay dos clases de magia
Existen la magia natural o magia blanca y la magia supersticiosa o magia negra (black magia); la primera se sirve
se sirve de las causas naturales ocultas, habilidades y conocimientos del
ejecutante; la segunda pone en juego fuerzas que superan a las humanas, con
auxilio del demonio.
La primera es lícita, la
segunda es ilícita y castigable cuando tiene por objeto el daño de terceros,
conocido como maleficio.
En este segundo aspecto,
la Iglesia Católica ha condenado
siempre a la magia, no sólo a los que la ejercen, sino también a las que la
consultan: a los primeros se les impone la excomunión y si son clérigos se les
castiga con privación de oficio y beneficio y relajación del brazo secular (Cánones
X y XV).
Aunque la existencia de la
magia y su influencia en la historia no puede negarse, muy a menudo la
ignorancia y la credulidad han hecho que se tuviese por magos y hechiceros a
personas que no lo eran; y como mágicos, efectos que no eran más que
extraordinarios y sorprendentes en tal o cual suceso, cosa, persona, lugar.
La magia blanca o natural es
la que por medio de causas naturales obra efectos extraordinarios que parecen
sobrenaturales.
La black magia es el arte supersticioso
y abominable por medio del cual cree el vulgo que pueden hacerse, con ayuda del
demonio, cosas admirables y extraordinarias.
Existe una magia derivada
que combina ciencia, ficción y misticismo llamada Teúrgica con la que la
Iglesia Católica ha tenido una relación de respeto por obrar en pro de las
personas dándoles un poco de optimismo, creatividad, imaginación y gracia. Es
practicada por los místicos y sacerdotes orientales.
La magia y el ocultismo
Independientemente de las
anteriores definiciones, dentro del ocultismo moderno se afirma que la magia no
ha servido nunca ni sirve actualmente (ni se avizora que lo logre) para alterar
de manera alguna a las leyes naturales, sino que funciona sólo para obtener
beneficios propios en sentido de la autorrealización.
Quien la practica usando
para el caso su mente y su fuerza
magnética, logra la autosuperación, la sublimación, la transmutación de los
valores inferiores y negativos a superiores y positivos.
Claro que la magia ha
caído en aberraciones pero eso es sólo el aspecto negativo del asunto. La magia
bien puede entenderse, desde su origen, como la constante lucha del hombre por
dominar a los elementos naturales y sí ha tenido logros en ello. Los aparatos,
proyectos, análisis, ciencia, son el mágico resultado de la lucha del hombre
contra su propia debilidad, su ignorancia y la naturaleza adversa que le rodee.
Está cumpliendo el destino
que Dios le signó y que le permite utilizar lo mejor de la creación, para hacer
en pro de sí mismo y dejar un legado para los demás. Es la magia de la acción
benéfica, algo que debería ser tomado también como magia blanca, sin querer ser
herejes.
El hombre antiguo entendió
por esa magia a la luz, el viento, el fuego, el agua, la nieve, el bosque; en
fin, todos los elementos naturales creación
de Dios que le rodeaban, no sólo para sobrevivir, sino para proseguir y
evolucionar.
Y al poder entenderlos,
creyó que a su vez podría producirlos o renovarlos o darles un provecho inmenso
por y para los demás, llegando así a la investigación que realizó en escuelas
ocultas, esotéricas, herméticas, mágicas, debido a que el conocimiento era
penado por gobernantes inescrupulosos ante el temor de que el pueblo de Dios supiera crecer sin
ellos.
El esoterismo de la magia debe
entenderse pues en su aspecto positivo que es el ángulo desde donde nosotros
abordamos los problemas en este blog; es decir, que vamos a por el aspecto
positivo de la magia, incluyendo la que se hace en pro del entretenimiento y la pasión; lo demás es un sentido de vulgo y
maldad.
Mago, en la antigüedad, significaba
sabio y como al se le entiende en el Libro
de Thoth (Tarot, en egipcio); y ciertamente, símbolos tan amplios y
complicados como los que aparecen en el Tarot y que podemos entender también en
La Biblia y los Rollos del mar Muerto,
no pudieron haber sido ideados más que por hombres sabios y de buena fe de la
época correspondiente.
Buscaban así comunicar la
magia y esencia de las cosas en un lenguaje lo más universal posible, ante el
nacimiento de los nuevos dialectos luego de caída la Torre de Babel. Deseaban hallar soluciones de cómo explicar a cada
ser humano las tres grandes verdades que hasta hoy en día lo siguen siendo: Dios, el universo y el hombre, ergo: La divinidad, el macrocosmos y el
microcosmos.