sábado

Dios mío, Venezuela clama tu JUSTICIA

Dios Mío, Padre Celestial... pedimos desde Venezuela la justicia real, la que sólo tú puedes aportar, ya que quienes estudiaron para detentarla, o lo hacen con villanía, parcialidad y de manera sesgada, o no pueden ejercerla porque los más viles tienen el control.

Dios Mío, Padre Celestial... sí, Venezuela cometió errores, pedimos perdón y los reconocemos. Ante ti clamamos que nos liberes de la carga presente que venimos acarreando y que amenaza con dañar el futuro que tú permites, el de crecer y multiplicaos, de ganar el pan con el sudo de la frente, el de amarnos los unos a los otros, el ser felices y hacer felices a los demás, el de llevar una vida de bien.

Dios Mío, Padre Celestial... no es posible que haya tantos descarriados que se fueran por el camino del mal, gozosos de portar arma y accionarlas, de pegarle como desalmados a los desarmados, de torturar y asesinar por el puro gusto, dizque cumpliendo órdenes, por sentirse mejor con su machismo, de creerse superiores en una falsa escala evolutiva, de sentirse respaldados por seres viles que el demonio dirige en contra de tu grey.

Dios Mío, Padre Celestial... requerimos que así como libraste al mundo del mal con el diluvio, pero que prometiste con el arco iris como testigo que jamás lo repetirías; así como acabaste con Sodoma y Gomorra por ser lugares de perversión; así como a través de Moisés ayudaste a Josué a vencer a los enemigos, te pedimos fervientemente que otorgues la justicia debida, más no letal, distinta pero muy tuya, contra tu pueblo de Venezuela.

Dios Mío, Padre Celestial... tal cual ayudaste al pueblo de Israel a salir de Egipto y depuraste de las generaciones que se corrompieron, te pedimos saques de aquí y de todo el planeta a quienes detentan el poder para ellos solos, pensando en su bienestar forjado en la sangre, dolor, llanto, trabajo de los habitantes de esta tierra noble, consagrada a ti, mi Señor y Dios verdadero.

Dios Mío, Padre Celestial... no pedimos muerte ni fusilamientos, ni quitar a unos para poner a otros peores, pedimos justicia, es inaudito que tan pocos viles, tengan tanto poder, ya sea civil o militar, pero poder del falso, el del miedo, el dinero, las armas, nada que ver con tu poder, el del amor, de la justicia, la equidad, la verdad, la humanidad y el del respeto por todas las cosas, personas y seres con vida.

Dios Mío, Padre Celestial... escucha a la gente de bien de Venezuela, la que ve que un futuro con falsas leyes del hombre, redactadas a la medida de sus gustos, necesidades y empoderamiento, harán de ésta una tierra de esclavos, cuando era una tierra de libertad y ayuda.

Dios Mío, Padre Celestial... te pedimos un plan de lucha, que abras los ojos y las mentes de quienes están siendo engañados, de quienes están recelosos, de quienes critican pero no aportan, de los que callan porque no ven las consecuencias, de quienes han sido comprados. Ayuda mi Señor a que se develen las verdaderas intenciones de los villanos y por ellas sean vistos, señalados, condenados, abandonados, olvidados y llevado ante personas con real criterio de ley para que paguen sus fechorías disfrazadas de verdad.

Dios Mío, Padre Celestial... no permitas que los oportunistas lleguen después y tomen el control para hacer lo mismo, con otro rostro o matiz; este país al que diste tantas bendiciones en su fertilidad, minerales, clima, agua, personas, no puede seguir siendo fustigado por quienes dicen hablar y hacer en el nombre del bien, escondiendo muy poco con sus palabras, lo que sus viles acciones denotan como su forma de ser.

Dios Mío, Padre Celestial... quítales el poder a quienes lo detentan y permite a tu pueblo que pueda renovar, depurar y mejorar, inspirado en tu amor y en la redacción de las lees correctas que los hombres pudieron lograr bajo tu tutelaje y bendición, porque desde su nacimiento se los permitiste, conocer y hacer lo debido.

Dios Mío, Padre Celestial... te lo pedimos de corazón, y de ser posible, pronto, ajustados a tu tiempo perfecto, al que nos debemos ajustar, ya que el tiempo que dan los humanos del mal, que de humanidad ya nada tienen, es cada vez menor.

Dios Mío, Padre Celestial... permítenos, luego de hacer Usted su obra de develar el mal, que seamos instrumento idóneo para cumplir esta misión de vida, hacer que la tierra donde nos permitiste nacer, sea libre, ecuánime, justa, de todos los que hacen el bien y que más nadie tenga ya oportunidad de hacer el mal. Y que no corra más sangre inocente, ni se enerve más el afectado, que su pensamiento y corazón sean calmados y efectivos guiados por tu ejército de ángeles, esos que vienen a hacer el bien sin anarquía.

Dios Mío, Padre Celestial... gracias por escuchar en mi mente y corazón, lo que quienes me leen están analizando y quizá, sintiendo en aprobación, aumento o negación.

DIOS MÍO, PADRE CELESTIAL... es hora de tu balanza de justicia, Venezuela de ti  es y siempre te necesita. Equidad para que todo vuelva a la evolución, mejora y equidad. Amén.

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