Las Redes Sociales y los Ataques de Grupos Religiosos contra la Iglesia Católica

Los lamentables ataques de diferentes grupos religiosos como los profetas y pastores del protestantismo, testigos de Jehová y los sacerdotes de la Iglesia Católica Romana, ha tenido varias consecuencias en las redes sociales, estando entre las más destacadas:

Aumento de la polarización: Las redes sociales han amplificado las diferencias doctrinales y han creado espacios donde los debates pueden volverse muy intensos y polarizados.

Propagación de desinformación: A menudo se comparten y difunden informaciones incorrectas o tergiversadas sobre las creencias y prácticas de los otros grupos, lo que puede aumentar la desconfianza y el conflicto.

Intolerancia religiosa: La facilidad para publicar opiniones y críticas ha llevado a un aumento de la intolerancia y los ataques personales entre los seguidores de diferentes religiones.

Creación de burbujas informativas: Los algoritmos de las redes sociales tienden a mostrar contenido que refuerza las creencias existentes de los usuarios, lo que puede limitar la exposición a puntos de vista diferentes y fomentar la radicalización.

Movilización y activismo: Por otro lado, las redes sociales también han servido como plataformas para la movilización y el activismo, permitiendo a los grupos religiosos organizarse y difundir sus mensajes de manera más efectiva.

Diálogo interreligioso: Aunque menos frecuente, también hay esfuerzos para utilizar las redes sociales como un espacio para el diálogo y la comprensión mutua entre diferentes grupos religiosos. Lamentablemente estos esfuerzos se ven opacados por los radicales que comentan de manera insidiosa u ofensiva en los videos o post y además, denuncian las cuentas o el contenido para que las plataformas bajen o eliminen a las mismas.

Estas dinámicas reflejan tanto los desafíos como las oportunidades que presentan las redes sociales en el contexto de las relaciones interreligiosas.

 

El ecumenismo y su labor de apaga fuegos

El ecumenismo juega un papel crucial en el contexto de las tensiones religiosas en las redes sociales, lo cual explicamos de manera sistemática:

Promociona el diálogo: El ecumenismo busca fomentar el diálogo y la comprensión mutua entre diferentes denominaciones cristianas. En las redes sociales, esto puede traducirse en foros y grupos donde se discuten temas teológicos de manera respetuosa y constructiva. Debates de altura, sin tergiversar a La Biblia y demás escrituras sagradas.

Reduce la polarización: Al centrarse en las similitudes y valores compartidos, el ecumenismo puede ayudar a reducir la polarización y las tensiones entre diferentes grupos religiosos. Esto es especialmente importante en un entorno digital donde las opiniones pueden volverse extremas rápidamente y difuminarse en base a rencores, burlas o situaciones puntuales que buscan maximizar para atacar a un todo.

Educación y sensibilización: Las iniciativas ecuménicas a menudo incluyen programas educativos que buscan informar a los creyentes sobre las creencias y prácticas de otras denominaciones. En las redes sociales, esto puede manifestarse en la difusión de contenido educativo y la organización de eventos virtuales.

Fomento de la cooperación: También promueve la cooperación en proyectos sociales y comunitarios, que a través de las redes sociales puede traducirse en campañas conjuntas para causas comunes, como la lucha contra la pobreza o la promoción de la justicia social.

Creación de espacios seguros: Las plataformas ecuménicas pueden –y deben- servir como espacios seguros donde los creyentes de diferentes denominaciones pueden compartir sus experiencias y preocupaciones sin temor a ser juzgados o atacados.

Y recuerden…

Si les piden dar dinero en exceso, que su palabra sean decretos que Dios debe obedecer porque ustedes así lo dicen y si ven bailes, ritos, saltos extraños, conjuros o espectáculos que traten de tocar a sus sentimientos y debilitar sus convicciones y el libre albedrío, sea a través de las redes sociales o en persona, ustedes están siendo manipulados en su fe.

No acepten que los pecadores finjan ser los líderes del rebaño o el rebaño mismo; desde nuestro lugar y amándose los unos a los otros, se comienzan a construir puentes para unirnos todos en el camino hacia Dios y todo aquello que Él ha permitido nos vincule en la Tierra.

No vivimos a ser flagelados, libertinos ni desequilibrados. Vinimos a ser libres y por la Gloria de Dios a ayudar al prójimo y obviar al verdadero mal, entre ellos la crítica del “yo tengo la razón y voy a atarte con reproches”, tan propio de las redes sociales hoy en día (y en la vida 1.0).

 

Lcdo. Argenis Serrano 

Oración a San Edmundo Rey (patrono de las viudas y los huérfanos)

Oh, glorioso San Edmundo, tú que fuiste un rey justo y piadoso, intercede por nosotros ante el Señor. Protege a las viudas y a los huérfanos y concede a todos los que te invocan la gracia de vivir en justicia y paz.

Que tu ejemplo de valentía y fe inspire a todos a seguir el camino de la rectitud y la devoción. En tus manos –mí Señor- y en las manos de tus santos ángeles, confío mi alma este día, la de mis parientes, mis benefactores, mis amigos y enemigos y a todo tu pueblo católico.

San Edmundo, mártir y defensor de los desamparados, te pedimos que nos guíes y nos fortalezcas en nuestras dificultades. Que tu espíritu de sacrificio y amor nos acompañe siempre, y que podamos encontrar consuelo y esperanza en tu intercesión. Amén.

Sobre San Edmundo Rey

San Edmundo, también conocido como Edmundo el Mártir, fue un rey de Anglia Oriental, un antiguo reino anglosajón en lo que hoy es Inglaterra. Nació en el año 841 y comenzó a gobernar a los catorce años en el 855. Es venerado como santo por las iglesias católica, ortodoxa y anglicana.

Es conocido por su justicia, equidad y caridad, especialmente hacia los necesitados, viudas y huérfanos. Durante su reinado enfrentó invasiones vikingas y a pesar de ser capturado por estos, se negó a renunciar a su fe cristiana.

Fue martirizado en el año 870, siendo azotado y muerto a flechazos. Su festividad se celebra el 20 de noviembre.

Recop. Argenis Serrano 

Símbolos del Cristianismo

Las otras religiones y sectas critican a los símbolos del cristianismo porque creen que ellos son amuletos místicos que nada tienen que ver con Dios.

Pero los símbolos del cristianismo son eslabones de historia, vínculos tangibles y visuales de la creación por parte del Todopoderoso.

Son parte de la historia de la humanidad y ayudas visuales para poder enfocar a aquello que es superior a nosotros: El Poder Divino.

Durante siglos se han establecido, cuidado, estudiado y acompañan siempre al venerar a Nuestro Señor. Algunos de ellos están reflejados en La Biblia y otros han sido mostrados en revelaciones marianas, epifanías o experiencias religiosas dados por los santos.

Los símbolos del cristianismo no buscan suplir a la Mano Poderosa de Dios, ni el valor de su único hijo, Jesucristo ni a la Virgen María.

Los símbolos nos marcan pautas para la internalización de los sentimientos, la fe inquebrantable y el amor al prójimo.

Es aquello que podemos tocar porque Dios así lo ha permitido, así como sentimos que Él nos toca cuando superamos en intención, devoción, arrepentimiento y entrega total al Dios del Universo.

 

Símbolos del Cristianismo 

La Cruz: El símbolo más reconocible del cristianismo es la cruz, que representa el sacrificio de Jesucristo en la crucifixión y su redención de la humanidad.

 

El Pez (Ichthys): Símbolo antiguo de los primeros cristianos, que representa la fe en Cristo y su significado secreto como acrónimo de "Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador" en griego.

 

El Cordero de Dios: El cordero representa a Jesucristo como el sacrificio perfecto y el pastor que guía a su rebaño, simbolizando la redención y la entrega de Jesús por la humanidad.

 

El Buen Pastor: La imagen del pastor con sus ovejas representa la guía amorosa y protectora de Jesucristo hacia sus seguidores, cuidando y velando por ellos.

 

El Espíritu Santo como Paloma: La paloma blanca es uno de los símbolos del cristianismo más reconocidos y representados, ya que simboliza la presencia del Espíritu Santo, representando la paz, la pureza y la presencia divina en las vidas de los creyentes.

 

Corazón Sagrado de Jesús (o Sagrado Corazón de Jesús): El corazón en llamas rodeado de espinas representa el amor incondicional y la compasión de Jesucristo hacia la humanidad, así como su sufrimiento por nuestros pecados.

 

El Halo: Es una aureola luminosa que rodea la cabeza de figuras sagradas como Cristo, la Virgen María y los santos, simbolizando su santidad y divinidad.

 

La Hostia y el Cáliz: Son símbolos cristianos asociados directamente a la Eucaristía, representando el cuerpo y la sangre de Cristo que se ofrecen durante la comunión en la liturgia cristiana.

 

Corona de Espinas: La corona de espinas que llevó Jesucristo antes de su crucifixión simboliza su sufrimiento y sacrificio por la humanidad, así como el poder redentor de su muerte.

 

La Cruz de San Andrés: Esta cruz en forma de "X" es el símbolo del apóstol San Andrés, quien según la tradición cristiana fue crucificado en una cruz en esa forma.

 

Las Tres Cruces: Representan las cruces de Jesucristo y los dos ladrones crucificados junto a Él, simbolizando la elección entre la redención y la condenación.

 

El Árbol de la Vida: Es un símbolo bíblico que representa la vida eterna, la sabiduría divina y la conexión entre Dios y la humanidad.

Lcdo. Argenis Serrano 

Sexto, Séptimo y Octavo Sentido

El concepto de los “sexto, séptimo y octavo sentido” es diverso y a menudo se aborda desde diferentes perspectivas. Ofrecemos la concepción que tienen teólogos que la equiparan con las actitudes humanistas, buscando líneas de encuentro; la opinión de los budistas, quienes han buscado incansablemente desarrollarlos y darles el contexto que hoy tienen y de la metafísica, por estar éstos sentidos involucrados a la trascendencia cósmica más allá del cuerpo físico.

 

Sexto, Séptimo y Octavo Sentido, según los Teólogos

Sexto sentido: Aunque no es un sentido físico como la vista o el oído, se asocia comúnmente con la intuición. Algunos creen que está relacionado con la percepción de energías sutiles o información más allá de lo evidente. En el contexto religioso, el sexto mandamiento en la tradición cristiana se refiere a no hacer daño a los demás y tratar incluso a los enemigos con amor.

Séptimo sentido: Aunque no está científicamente reconocido, algunas personas consideran que es una capacidad extrasensorial humana. Se relaciona con percepciones más allá de los cinco sentidos tradicionales, como la telepatía o la clarividencia. En otras interpretaciones, el séptimo sentido podría ser la capacidad de comunicarse y ser entendido por los demás, creando una entidad propia en el colectivo en el que nos desenvolvemos.

Octavo sentido: Este término es más metafórico. Algunos lo describen como una conciencia profunda o una percepción espiritual. Va más allá de lo físico y lo intuitivo, conectándonos con algo más allá de nosotros mismos. En resumen, el octavo sentido podría remitir a nuestra necesidad innata de comunicarnos y ser comprendidos por los demás.

 

Sexto, Séptimo y Octavo Sentido, según los Budistas

En el budismo, la concepción de los sentidos y la conciencia es profunda y multifacética, de allí se desprende la profundidad de sus explicaciones.

Sexto sentido: En la psicología budista, la mente se considera un sexto sentido. Así como nuestros ojos perciben formas y colores, y nuestros oídos captan sonidos, la mente percibe pensamientos y emociones. Es la base de nuestra intuición y percepción más allá de los cinco sentidos físicos.

Séptimo sentido: Este concepto no es ampliamente reconocido en el budismo, pero algunos meditadores lo mencionan. Se refiere a la atención plena, la conciencia que observa la mente divagante. Es como un “yo” que está más allá de la mente, independiente de los datos sensoriales.

Octavo sentido: La octava conciencia, también llamada “depósito imperecedero de la conciencia”, es fundamental en el budismo. Reside en un nivel más profundo y sostiene las actividades de las otras conciencias. Persiste a través de los ciclos de vida y muerte y se cree que está relacionada con experiencias cercanas a la muerte.

 

Sexto, Séptimo y Octavo Sentido, según la Metafísica

La metafísica, como disciplina filosófica que explora la naturaleza de la realidad más allá de lo físico, también ha reflexionado sobre los conceptos de los “sexto”, “séptimo” y “octavo” sentidos.

Sexto sentido: En la metafísica, el sexto sentido podría relacionarse con la intuición y la percepción más allá de lo evidente. Algunos creen que está conectado con energías sutiles o conocimientos que trascienden los cinco sentidos físicos.

Séptimo sentido: Aunque no es ampliamente reconocido en la metafísica, podríamos considerarlo como la conciencia misma. Es la observadora de la mente y va más allá de las sensaciones físicas. La meditación y la introspección pueden ayudarnos a desarrollar este sentido.

Octavo sentido: Metafóricamente, el octavo sentido podría representar una conciencia profunda o espiritual. Va más allá de lo material y nos conecta con algo superior. Algunos lo asocian con la comprensión de verdades universales o la conexión con el cosmos.

En última instancia, estas interpretaciones varían según las creencias individuales y las disciplinas que las exploran. No obstante, es fascinante cómo la percepción humana sigue siendo un misterio en constante evolución.

Lcdo. Argenis Serrano 

Oración a San Juan Bautista (24 de Junio)

Oh Glorioso San Juan Bautista, Príncipe de los profetas, Precursor del divino Redentor, Primogénito de la felicidad de Jesús y de la intercesión de su santísima Madre.

Fuiste grande ante el Señor por los estupendos dones de la gracia con los que fuiste maravillosamente enriquecido desde el vientre, y por tus virtudes admirables.

Alcánzame de Jesús, ardientemente te suplico, que me dé la gracia de amarlo y servirlo con sumo cariño y dedicación hasta la desaparición. Amén.

 

Oración para realizar una Petición a San Juan Bautista

Gloriosísimo San Juan Bautista, por el amor ardiente que tuviste al Niño Jesús y por la santísima dulzura que infundió en tu corazón con sus halagos; por aquellos privilegios que te concedió para hacer tantos milagros a favor de tus devotos, te suplico te dignes favorecerme en todas mis necesidades con tu eficaz patrocinio. En particular, te ruego me alcances la gracia que te pido en este día.

¡Oh, glorioso San Juan Bautista, muévete a piedad de esta alma acongojada, que en ti puso sus esperanzas; líbrala, te ruego, de sus miserias.

¡Oh, santo de los milagros!, alivia la congoja de mi corazón, y haz que yo viva aquí como verdadero amante de mi Jesús para poder gozar de Él en el Cielo. Amén.

 

Oración solicitando consuelo a San Juan Bautista

Sagrado precursor de Cristo, que santificado en el vientre de vuestra madre, fuiste la admiración del mundo en el ejercicio de las virtudes y en los privilegios con que te enriqueció Dios.

Ángel en la castidad, apóstol en el celo y predicación y mártir en la constancia con que por reprender al incestuoso Herodes ofreciste la cabeza al cuchillo y en las luces sobrenaturales de que te dotó el cielo, profeta del que llegó a decir el mismo Cristo: ‘Entre los nacidos de las mujeres ninguno mayor que Juan Bautista’.

Suplica al Señor que por tu penitencia me haga mortificado, por tu soledad, recogido, por tu silencio, callado, casto por tu virginidad, espiritual por tu contemplación e invencible a mis pasiones por la victoria que tú alcanzaste de tus enemigos, para que logre verte en la patria eterna. Amén.

1ra Oración: Con Licencia Eclesiástica
2da y 3ra Oración: Lcdo. Argenis Serrano