El
marketing en las iglesias es una
manera moderna de explicar el modelo más real y consistente de captación,
fidelización y guía responsable de las masas.
Es un trabajo conjunto, bíblico, incluso para los analíticos del marketing digital, que fue impulsado por el propio Jesús de Nazaret, cuando instó a los apóstoles al Propaganda Fide que era el llevar el mensaje de Dios que Él les había enseñado.
Una afamada Agencia Marketing Digital Bogota nos instruyó sobre algunos aspectos elementales que en estos tiempos
modernos conocemos como el marketing en las iglesias, que no intenta desmontar
de manera alguna el trabajo de fe, diplomacia, comunicación y difusión de la
palabra que toda iglesia ha tenido, en especial la Iglesia de Pedro (Iglesia
Católica).
Dichos elementos que ayudan a construir,
difundir, consolidar y mantener el mensaje entre la grey de cada religión, son
los siguientes:
Marketing en las Iglesias
Iglesia para todos, seccionado
La
iglesia es un remanso de fe para todos, en las cuales no existe discriminación
contra quienes vayan buscando ayuda, protección, consejo o simplemente, calma
para orar, meditar, pedir, agradece o simplemente charlar con Dios, tal cual hace
un hijo con su Padre.
Pero
aunque la iglesia sea para todos, debe saber seccionarse y ello indica, además
de los ritos, brindar espacios educativos, culturales, tradicionales para que
la comprensión sea gradual entre personas de todas las edades y géneros.
Cubrir necesidades
Las
necesidades del espíritu y de la mente, son tan valiosas como las del cuerpo
para que el mismo subsista. El marketing en las iglesias debe procurar informar
y convencer a todos de que las necesidades que trascienden a las materiales, se
hayan dentro de ellas y mucho más dentro de ellos. Y que dicha simbiosis
aumenta el control sobre el ser y despeja caminos que procuren dar solución a
los problemas o nuevas alternativas a segur, para recomenzar.
Marketing en las iglesias: Saber dar cabida a quienes llegan
Las
grandes cantidades de seres que buscan consuelo y apoyo en las iglesias es
mayor a los templos, esto resta la personalización.
Por
eso cada iglesia debe saber estructurarse metódicamente para que, tanto los
colaboradores como quien esté en el púlpito o dirigiendo a la congregación,
hagan sentir por igual de bienvenidos a los que recién llegan y que puedan
compenetrarse al grupo, entendiendo que su presencia y esencia, son lo que
conjuga su mejor rol en la misma.
Identificación de quiénes somos
Las
iglesias saben explicar la verdad de que somos Hijos de Dios y que nuestras existencias, incluso en las caídas,
tienen un propósito signado y finamente alineado por Él.
Que
somos instrumentos de la Fe y libres de hacer lo que queramos, con la única condición
de amarnos los unos a los otros.
Marketing en las iglesias: Explicar el logo de la marca
La
cruz es el logo de la iglesia. Explicar por qué Dios permitió que su hijo
muriera en ella y resucitara y que ella es una llave de una profecía real y
hermosa, es trabajo de cada Papa, Obispo, Párroco, Pastor, Diácono, Orientador.
Es
una explicación que debe tener el contenido lógico y emocional preciso, para “venderlo”
ante los más escépticos y sacalos de sus dudas, tosquedad u oscurantismo.
No
es inducirlos a creer, sino a que entiendan que hay elementos superiores a lo
que un humano puede admitir. Es o, realmente es la obra de mercadotecnia más difícil,
repetitiva y porcentualmente eficaz, que ha existido por siglos.
Marketing en las iglesias: Fidelizar
Que
haya tantos seguidores, es un trabajo de fidelización efectivo, lo que toda estrategia de marketing procura. Nada más
que agregar.
Confesión para saber cómo resolver
Cuando
alguien se confiesa, los confesores resguardan
su privacidad, pero utilizan la información para mejorarse a sí mismos y con
ello, el mensaje y el cómo sus iglesias deben atacar los problemas sociales, de
su comunidad, del conglomerado y de todas las iglesias unidas. Protegen al
confesor, pero nunca al pecado. Simplemente un uso genial y apropiado de la
data proporcionada de primera mano.
