Cada cofradía o grupo
religioso conoce hacia dónde dirigir sus excursiones con temas religiosos. Pero
casi siempre se enfocan en los lugares a visitar y ejercer el turismo
religioso, pero no siempre en la logística.
De allí que existan
viejas tan accidentados y veloces que hacen sentir a la feligresía que son
hechos sólo por salir del paso. Común es que la mayoría diga que asistió a un
viaje muy atropellado del cual no disfrutó al máximo y que faltaron lugares los
cuales visitar.
Esto pasa cuando la
intención es noble, pero la planificación es pobre. Incomprensible que en esta
era digital y de servicios turísticos así como de información integral al
turista –y organizadores- como los brindados por lugaresparavisitar.pro no sean consultados apropiadamente para
hacer de la experiencia un hecho inolvidable para bien, tanto en la intención
religiosa como en el viaje en sí.
¿Qué provoca esto?, ocasionalmente ocurre que:
- Los
viajes son organizados a manera de profondos y hay que abaratar costos y ello
puede ir en desmedro de la calidad y responsabilidad con el público que paga.
- La
premura ante un evento religioso.
- Muchos
son realizados como experiencia de aventura y convivencia a lo natural, lo que
es loable en el turismo religioso, pero por igual implica sincronización,
organización y respeto.
- Ocasionalmente
los grandes eventos religiosos copan al sistema de hoteles, posadas y casas de
alquiler, conminando a utilizar carpas, galpones, casas parroquiales e incluso
los mismos buses como lugares de hospedaje.
Consideraciones ante el turismo religioso
Así como hemos sugerido
visitar a lugaresparavisitar.pro
que sí saben de turismo en todos los niveles, existen personas especialistas en
tours religiosos que saben coordinar todo lo relacionado tanto al evento como a
la logística y lugares culturales, históricos, patrimoniales y de
entretenimiento que pueden ser acordes con el target de visitantes.
Si bien se debe tener sentido social cuando se realizará un
viaje devocional, esto no implica el ir a martirizarse. La experiencia debe ser
grata para el espíritu así como para la mente y cuerpo. Nadie debería de estar
y regresar de un viaje cansados, molestos e incluso enfermos, porque tuvo que
acomodarse a como pudiese, ya que los organizadores de un viaje no pensaron en
todo.
De no poseer experiencia en turismo religioso, evite las
improvisaciones, ya que también deja muy mal visto a su iglesia o lugar de
congregación y esto va mermando el interés de la grey. Más allá de perder el
dinero que puede sr utilizado para reparaciones, salarios y causas sociales,
van a perder la confianza de las personas y estío también afectará a la
devoción y el regocijo.
¿Imaginan ir a la casa natal del Dr. San José Gregorio
Hernández en Isnotú – Trujillo – Venezuela, o al Muro de los Lamentos en Israel o a una cascada tibetana o a
visitar las principales iglesias en España y regresar con dolores musculares,
haber sido mal tratados o no recibidos en hoteles por cupos llenos o no haber
conocido el entorno con explicaciones guiadas?
Eso es parte integral del turismo religioso y es momento de
que se acaben las improvisaciones así como los abusos en los cobros por parte
de los operadores turísticos. A cada persona nos mueve la fe y el compromiso de
veneración, conocimiento, respeto y cumplimiento de promesas y ser parte de la historia
y si decidimos ir en una excursión de turismo religioso, merecemos que la misma
nos nutra como viajeros y no hacernos una vulgarización dl término, penitente.
Analicemos bien a quiénes contratamos, estudiemos bien las
opciones y seamos fieles a la organización. Con antelación o con premura, un
equipo turístico que asesore a un grupo de iglesia o congregación y esté
preparado para llevar dicha excursión con comodidad, precisión y buena guía,
hará que más y más personas asistan año tras año y que la fe se mantenga por
igual vinculada a ser asistidos en los viajes por gente con excelente
disposición.
Lcdo. Argenis Serrano
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