Por regla general, se acude a los santos o ánimas
siempre que se presenta un problema que no se puede solucionar con métodos usuales.
Así, el culto mayoritariamente es esencialmente utilitario y pragmático.
No con esto vamos a desvirtuar la otra realidad: La
devoción a los santos es un agradecimiento sin fin que les acompañan como
protectores y el respeto a las ánimas por igual por ser una ayuda mutua para
que tanto vivos como fallecidos, hallen la luz que les guíe al altísimo.
Algunos santos o ánimas establecidos se invocan en
cualquier ocasión, otras tienen su especialidad. Cuando se trata de una
enfermedad persistente y de larga duración, se acude al Dr. José Gregorio Hernández, que en un principio fue ánima, luego
Venerable, hoy por hoy es Beato, aunque en el corazón de todos los venezolanos
en cualquier parte del mundo, ya es un santo. Cuando un estudiante tiene problemas de concentración o atención
o tienen malos profesores, acude al ánima de María Francia; los choferes de camiones piden protección al Ánima
de Guasare, las amas de casa piden bendiciones a su hogar a Santa Rita de Casia y así muchísimos
ejemplos.
En fin, las peticiones hechas a los santos o ánimas son
las mismas que se hacen a Dios, la Virgen y Ángeles. Los problemas
presentados éstos son los usuales de un
pueblo o ciudadanía marginados, con pocos recursos económicos, con problemas
para acrecentar su educación y mantener una buena salud.
También son aclamados por aquellas personas que tienen
problemas matrimoniales, tensiones familiares, problemas por asuntos legales,
problemas en su empleo o falta de éste, que requieren una bendición para
conseguir un hogar o mejor entorno social; han tenido malas cosechas, problemas
con la lluvia, pérdida de objetos de valor o de personas y uno de los más
recurrentes, mala suerte en el amor y
las loterías, etc.
Con las oraciones a los santos o ánimas, según oracion.co es en extremo factible
el lograr que los deseos de suerte, éxito en la vida, salud, mejor
concentración, un ambiente laboral, social y familiar digno, calmo y próspero,
buen viaje, buena cosecha y más, se logra. El asunto es combinar oración con
acción, porque la oración intermedia para que se vea tu interés y la recompensa
llegue de maneras que no imaginas, mucho mejor que las deseadas, sin nada que
pueda concatenarse como anarquía en detrimento de otros.
Dios explica a los santos o ánimas lo que deben hacer
Sí, nada que uno pida puede perjudicar a otro ni arrebatarle
méritos. Por eso la paciencia, humildad y FE son dones que debemos saber
aplicar y tener constancia en ellos, no decaer es lograr el triunfo, siempre de
la mano de Dios y quienes Él en su Magnificencia, nos envíe a ampararnos.
Las peticiones
a los santos se han de hacer mentalmente o por escrito, en el santuario,
delante del altar en la Iglesia, en el altar familiar y si es en un lugar de
paz en contacto con la naturaleza,
donde puedas encontrar la humildad y serenidad para hacer una petición limpia
que trascienda a ti, mucho mejor.
En el caso de las ánimas, las peticiones a estos “muertos milagrosos” se realizan en el
hogar o en las capillas populares que se realizan en los cementerios o lugares
donde se les dio cristiana sepultura, dejándoles cartas con promesas.
Las promesas en las peticiones
En la película “EL
PADRECITO”, Cantinflas dice que
la Virgen (de Guadalupe), es nuestra Madre y como madre no quiere ver a sus
hijos sufriendo, haciendo promesas de llegar con las rodillas sangrando y
huesos malogrados, para que les haga un milagro. Eso es hacerse un mal nuevo.
Las promesas a los santos o ánimas deben ser acciones
factibles, en las que –como dice en La Biblia-, no dar de lo que te sobra, sino
de lo que de verdad tienes. Hacer que tu corazón hable y no sólo para cumplir y
luego olvidar, sino hacerlo una identidad que espontánea y sanamente, te brote.
Las ofrendas
Ya pasaron eones luego que se ofrendaran a Dios animales
para darle gracias, pedir favores o perdón y hacer pactos. Las ofrendas ahora
deben ser más prácticas y humanistas, en las que ayudes a los demás. Los santos o ánimas se llenan de luz cuando colaboran con alguien que ofrenda: una mano amiga, una oración sincera, un
dinero útil, una comida caliente, un bastón, una prenda de vestir, dona sangre,
da cobijo, no miente, no engaña, no odia ni siente rencor.
Las ofrendas a veces son en base de lo que se pide. Si pidieron
ayuda para aprender lo que no entendían de los libros y así lo lograron, ya que
ascienden de grado, ¿por qué no donar
dicho libro?, de seguro alguien lo necesitará. No requiere estar en una
capilla, necesita estar en manos de alguien que también lo necesita y le hará
un bien.
¿Se entiende entonces cómo funcionan las peticiones,
promesas y ofrendas a los santos o ánimas?, pues lo aclaramos: Funcionan
cuando nos hacemos instrumentos de Dios para que otros reciban dones tal cual
como nosotros los hemos recibido y que nuestras peticiones particulares, sean
más abiertas para que más gente sea bendecida de la mano, oración y acción de
un hermano en Dios.