Oraciones escritas por San Ignacio de Loyola y para él.
Oración
de entrega
(Recomendada para la oración matinal y para la acción de gracias tras comulgar.)
Toma, Señor, y recibe toda mi libertad,
mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad; todo mi haber y mi poseer.
Tu me diste, a Ti, Señor, lo torno.
Todo es Vuestro: dispón de ello según sea tu santa voluntad.
Dame de tu Amor y Gracia, que éstas me bastan.
Amén.
Alma
de Cristo
(Recomendada para la oración matinal y para la acción de gracias tras comulgar).
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos.
Amén.
Hacer
oración
(Para antes de hacer un rato de oración mental)
Señor, de verdad deseo prepararme bien para este
momento, deseo profundamente que todo mi ser esté atento y dispuesto para Ti.
Ayúdame a clarificar mis intenciones. Tengo tantos
deseos contradictorios. Me preocupo por cosas que ni importan ni son duraderas.
Pero sé que si te entrego mi corazón, haga lo que haga
seguiré a mi nuevo corazón.
En todo lo que hoy soy, en todo lo que intente hacer,
en mis encuentros, reflexiones, incluso en las frustraciones y fallos y sobre
todo en este rato de oración,
en todo ello, haz que ponga mi vida en tus manos.
Señor, soy todo tuyo. Haz de mí lo que Tú quieras.
Amén.
Señor,
Tú me conoces
Señor, Tú me conoces mejor de lo que yo me conozco a mí
mismo.
Tu Espíritu empapa todos los momentos de mi vida.
Gracias por tu gracia y por tu amor que derramas sobre
mí.
Gracias por tu constante y suave invitación
a que te deje entrar en mi vida.
Perdóname por las veces que he rehusado tu invitación y
me he encerrado lejos de tu amor.
Ayúdame a que en este día venidero reconozca tu
presencia en mi vida,
para que me abra a Ti.
Para que Tú obres en mí,
para tu mayor gloria.
Amén.
Oraciones
a San Ignacio de Loyola
Oración
a San Ignacio de Loyola para Alejar a Malas Personas
¡Oh!, Virgen Santísima,
madre excelsa y celestial, que inspiraste con tu luz maternal a San Ignacio de
Loyola a seguir el sendero del servicio sacerdotal a dedicar su vida con su
espiritualidad a servir, de obra y ejemplo a la humanidad, te pido humildemente
que perdones mis faltas y me permitas por la gran devoción que te profeso, que
San Ignacio de Loyola me proteja con la fuerza de la fe, alejando de mi entorno
a las personas que sólo mal me quieren traer.
Te ruego aléjalas de mi lado y dales a conocer que más
les vale hacer el bien. Amén.
Oración
a San Ignacio de Loyola contra los enemigos
Santísimo padre San Ignacio de Loyola, fundador de la
Compañía de Jesús; escogido entre millares para dilatar la gloria de Dios por
los cuatro ángulos del mundo; varón eminentísimo en toda clase de virtudes…
Pero especialmente en la pureza de intención con que
siempre anhelabas la mayor gloria de Dios; héroe insigne de penitencia,
humildad y prudencia; infatigable, constante, devotísimo, prodigiosísimo; de
caridad excelentísima para con Dios, de vivísima fe y esperanza robustísima…
Me gozo, amado Padre mío, de verte enriquecido con
tantas y tan eminentes prerrogativas, y te suplico alcances a todos tus hijos
aquel espíritu que te animaba, y a mí una intención tan recta, que hasta en las
menores cosas busque puramente la gloria divina, a imitación tuya, y logre por
este medio ser de tu compañía en la gloria.
Amén