NO MATARÁS
Parece que lo más lógico, sencillo y básico es
insuficiente para un grosso poblacional. Para esos que se creen mejores, que
pueden avasallar, ser el poder (falso, por cierto), que por su físico pueden
intimidar, burlarse, dominar, someter, presionar, pisotear. En fin, todos los
sinónimos que usted quiera aplicar del mal, esos lo viven y disfrutan.
Y para otros, la ley del Talión (ojo por ojo y
diente por diente), se mueve en las aguas de la indignación como forma de
equilibrar las cosas. Muchas veces aplicándolo indirectamente, con el deseo.
Luego se arrepienten pero ya probaron la venganza y quizá vayan por más sí no
aprenden a hacer un mea culpa de pensar intencionalmente en el daño como forma
de devolver el recibido o el que haya recibido otro.
Hay leyes, hay formas de justicia y hay personas
para aplicarlos. Y esos seres deberían saber también hacerlo, cuando las
condiciones sean extremas, no cuando les provoque. Ya hemos visto que por
querer alabar a sus jefes que parecen más bien ser sus amos, por el morboso
placer de someter a una masa poblacional, por ser el falso rey de la comarca,
la identidad que degrada tras uniforme, vemos atrocidades que no se corresponde
con la esencia del ser humano y que terminan no siendo ley, en especial porque violan
a la Ley de Dios que es la única superior a las constituciones, decretos y
órdenes escritas, orales o tácitas para el cumplimiento del deber.
NO MATARÁS, dice el quinto
mandamiento de la Ley de Dios. Y parece que debemos extenderlo más allá porque
esas dos palabras no parecen explicarle ni declararle a cada ser humano que es
una orden, no una sugerencia ni algo que se pasa por alto porque sí.
No puedes ni debes matar al que protesta sin
armas, el que no resulta una amenaza, el que aboga por mejoras para sí, para
los suyos, para las comunidades. No puedes tampoco herir porque las heridas
también pueden ser una muerte silente. No puedes matar a las buenas personas.
No puedes matar a la verdad y hacerte el loco excusándote en órdenes, no puedes
matar al libre albedrío, a la sensatez, a la sensibilidad. No puedes matar a la
humanidad y eso incluye a la tuya.
No puedes y no debes matar.
Y cuando enfrentas a un enemigo, identificando
como enemigo a ése que olvidó por completo su humanidad, el respeto, al valor
de las personas, de la vida, de la existencia que se une y desarrolla, pues cuando
toque, sabrás qué hacer y sin decir que se te justifique, cumplas la ley de
derrotar al mal como lo hizo Josué con la ayuda de Moisés. Pero sólo en caso de
enfrentar al mal, nunca puedes matar enfrentando al bien, más bien protégelo, ampáralo,
rescátalo. Hazlo porque es tu deber, hazlo porque lo elegiste, hazlo porque es
tu futuro.
Para quienes no son personas de ley, recuerden
también al quinto mandamiento de la Ley de Dios, NO MATARÁS, porque no es tu derecho y menos tu deber. Porque ningún
problema se resuelve así. Porque no te impones, porque nunca serás mejor,
porque vas al infierno y no sólo el del espíritu, sino en La Tierra.
En las cárceles pagarás condena herido, violado,
abusado psicológicamente, viendo a la nada, preso entre paredes y en tu propio
reconcomio. Quizá puedas arrepentirte, pero ¿por qué ejecutar la herida mortal
o no a otro ser para cambiar luego en una prisión?, cambia antes, ahórrate los
años por perder y ser un harapo de ti mismo. NO MATES, NO HIERAS, BUSCA OTRA MANERA. A VECES HASTA IRSE ES LO MÁS
VALIENTE Y ACERTADO. PERO MATAR NUNCA TE SALDRÁ BIEN.
Tampoco el suicidio es lo mejor. Sí sufres de
depresión, pide ayuda, hay corazones y profesiones abiertos para asistirte. No
le des gusto a la muerte de hacer su trabajo, hazla esperar. NO MATARÁS a ese ser valioso que Dios
te dio y que ves en el espejo.
Enseñen a sus hijos a nunca herir ni herirse,
física y psicológicamente. Que respeten la vida y que tengan temor a Dios con
el castigo terrenal y celestial que les impondrá. Porque nunca, ni para los
ateos, será mentira que con el acto de matar, viene tu muerte.
Así habrá menos machismo, menos feminismo falso.
Habrá damas y caballeros, habrá menos ladrones, asesinos, seres amenazantes o
intimidantes (guapetones de barrio), habrá menos atentados, menos resentidos,
menos personas usando armas, habrá más seguridad y habrá más humanidad.
Entiende y aplica:
NO MATES, NO HIERAS, NO ERES QUIÉN PARA HACERLO.
Lcdo. Argenis Serrano - @Romantistech