San Sabas es un ejemplo de santidad, de oración y de amor a
la Tierra Santa. Su nombre significa "el
que es venerado" en griego. Entre los protectores de la gente buena de
Palestina, se encuentra este santo católico.
San Sabas y Palestina tienen una relación histórica y espiritual muy estrecha. San Sabas fue un monje y sacerdote de origen griego que nació en Capadocia (actual Turquía) en el año 439. A los 18 años, viajó a Palestina para seguir la vida eremítica bajo la dirección de San Eutimio el Grande.
Fundó varios monasterios en el desierto, entre ellos el más
famoso es Mar Saba, que se encuentra
en la ladera de una montaña con vistas al valle del Cidrón, cerca del Mar
Muerto.
Mar Saba fue uno de los centros monásticos más influyentes de Tierra Santa, y produjo varios santos y doctores de la Iglesia, como San Juan Damasceno, San Cosme de Majuma y San Teodoro de Edesa.
San Sabas también defendió la ortodoxia contra las herejías de su tiempo, y estableció el Typikón, el orden litúrgico que sigue la Iglesia Ortodoxa Oriental y las Iglesias Católicas Orientales de rito bizantino.
Murió en Mar Saba el 5 de diciembre de 532, y sus
reliquias se conservan en el monasterio. Su fiesta se celebra el mismo día.
Oración a San Sabas
Señor, Dios
nuestro, que nos has dado el ejemplo de San Sabas, que dedicó su vida a la
oración y la penitencia en el desierto, y que fue guía y maestro de muchos
monjes, te pedimos que por su intercesión nos concedas la gracia de vivir con
sencillez, humildad y caridad, y de buscar siempre tu voluntad en todo lo que
hacemos.
Te lo pedimos
por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo, por los siglos de los siglos.
Amén.