Oración corta a los Ángeles Custodios
Santo Ángel Custodio, protege mi alma y mi cuerpo.
Ilumina mi mente para que conozca mejor al Señor y
lo ame con todo el corazón.
Asísteme en mis oraciones para que no ceda ante las
distracciones y ponga la más grande atención al hacer y decir el bien.
Ayúdame con tus consejos para que vea el humanismo
cristiano y lo cumpla con generosidad.
Defiéndeme de las insidias del enemigo infernal,
sostenme para evitar las tentaciones y así siempre sea capaz de vencerlas.
Sustituye y elimina mi frialdad en el culto al Señor:
no dejes de atender a mi custodia hasta que me lleves al Paraíso, donde
alabaremos juntos al Buen Dios por toda la eternidad.
Amén
Oración larga a los Ángeles Custodios
Oh Santos Ángeles Custodios, criaturas celestiales
enviadas por Dios para velar por cada uno de nosotros, nos dirigimos a ustedes
con humildad y gratitud.
Ustedes, que son mensajeros del amor divino, protectores incansables y guías luminosos en nuestro viaje por la vida, les damos las gracias por su presencia constante a nuestro lado.
Santo Ángel de la Guarda, tú eres la expresión de la
solicitud de Dios, el amigo fiel que el Señor me ha dado para velar por mi alma
y mi cuerpo.
Me acompañas en cada momento de mi vida ya sea en la
alegría o en la tristeza y siempre estás ahí, invisible pero presente, con
infinita ternura y quiero agradecerte de todo corazón tu protección silenciosa
pero inquebrantable.
Oh fiel guardián, te confío todos mis miedos, dudas
y ansiedades. Que tus alas protectoras me cubran de paz y me alejen de los
peligros que me acechan, ya sean visibles o invisibles.
Ayúdame a permanecer fiel al camino de Dios, a
escuchar la voz de mi conciencia y a seguir las inspiraciones que susurras en
mi interior, dirigiéndome siempre hacia el bien y la verdad.
Tú, mi protector, que caminas a mi lado desde mi
nacimiento hasta la hora de mi muerte, sé mi baluarte contra el mal, guía mis
pasos hacia la luz e inspírame siempre a buscar lo que es justo, verdadero y
bueno a los ojos de Dios.
Oh Ángel de Dios, compañero celestial, cuida de mi
alma, para que permanezca pura y fiel al Señor.
Te pido que intercedas por mí ante el Altísimo y
lleves mis oraciones ante su trono de misericordia y pídele que me llene de
sabiduría, fortaleza y fe.
Ayúdame a reconocer la presencia divina en los
acontecimientos de mi vida, a discernir las pruebas como oportunidades de
crecimiento espiritual y a no perder nunca la esperanza, ni siquiera en los
momentos más oscuros.
Santo Ángel de la Guarda, te confío a mis seres
queridos. Protégelos, guíalos y apóyalos. Que todos sientan la dulzura de tu
presencia y la fuerza de tu protección.
Aleja de ellos las tentaciones del mal e inspíralos
a volverse siempre hacia Dios con un corazón humilde y confiado.
Oh Santos Ángeles Custodios, ustedes que están tan
cerca de la Santísima Trinidad, intercedan por nosotros ante el Padre, el Hijo
y el Espíritu Santo.
Que sus oraciones incesantes nos obtengan la gracia
de permanecer fieles a la voluntad de Dios en todas las cosas.
Que tus ojos, siempre vueltos hacia la luz divina,
iluminen nuestras almas, para que caminemos confiados por la senda de la
salvación.
Te invocamos, San Miguel, príncipe de los ejércitos
celestiales, protector contra las fuerzas del mal. Defiéndenos en nuestras
batallas espirituales, repele las insidias del demonio y mantennos siempre bajo
la protección de tu espada de justicia.
Te invocamos, San Gabriel, mensajero de la buena
nueva. Tráenos la paz y la comprensión de los mensajes divinos, y ayúdanos a
estar abiertos a la llamada de Dios, como hiciste con la Virgen María.
Te invocamos, San Rafael, guía de viajeros y sanador
de almas y cuerpos. Sé nuestro médico espiritual, cura nuestras heridas
interiores y condúcenos a las aguas vivificantes de la gracia divina.
De nuestra parte, voluntad, respeto, amor,
comprensión y buenas acciones para que juntos hagamos al mundo ese paraíso
terrenal que el Señor diseñó y que nuestra estancia en el planeta siempre valga
tanto, que el cielo y su eternidad serán nuestra recompensa.
Amén