El
Quinto Mandamiento de la Ley de Dios es muy claro: No Matarás. Y
parece que a nadie a ninguna edad se le enseña de una manera tan insistente que
se le transforme en lo que es: Una ley. Porque nadie debería de morir de la
mano de otro, incluso por las razones más elementales como lo es el acabar con
los malos y/o pecadores. Por ello, es que nadie debería tener una Death Note.
El error que sería que cualquier humano llegue a tener una Death Note
Aunque
en la vida real no sea tan mítico, preciso y manipulable como en el manga y el
anime que narra sobre seres demoniacos y luego un adolescente iconoclasta quienes
portan un cuaderno donde, al anotar el nombre de alguien de quien se ha visto
el rostro, en 40 segundos llegará su muerte; ciertamente no puede ser así en la
vida real, pero hay quienes dictan quién vive o muere por su ego, maldad y
propósitos que bien que se le asemejan.
Si
no está bien empapado de la historia, bien que puede adentrarse en la cruda
lectura de Death Note encargando la saga en una afamada tienda de mangas en Colombia que podemos recomendarle (deje su contacto en la sección
de comentarios) o ver el anime que es más ligero y menos controversial pero
educativo en Pluto TV.
Lo
que bien podemos dejar en claro aquí es que ningún mortal puede, por gusto y
por ser una figura supra ley, tener un cuaderno de la muerte a la mano.
La anarquía del hombre es uno de los elementos que le alejan más de Dios, le
ganan el infierno en la tierra y va en contra de quienes son gente de bien,
porque de usual son las víctimas principales de aquellos que son carentes de
sentimiento, inteligencia, decencia y las verdades de Dios.
10 aspectos característicos de Death Note, el icónico manga y anime que mezcla thriller psicológico, dilemas morales y simbolismo religioso
El
Death Note es un cuaderno sobrenatural que permite matar a cualquier persona
cuyo nombre sea escrito en él, siempre que el usuario conozca su rostro. Desear
tener algo como eso sería ser captor, juez, jurado y verdugo, quizá haciendo
justicia, pero no siempre con el propósito de acertar.
Duelos
de inteligencia surgen en la historia que gira en torno a
un juego mental entre Light Yagami (Kira) y el detective L, con
estrategias, trampas y deducciones brillantes. Y surge la pregunta de siempre,
¿Por qué un gran poder cognoscitivo es utilizado para intereses personales e
imposición?
Temas
de justicia y moralidad surgen en el manga y anime de
Death Note, todos confluyendo en sí es correcto matar criminales para crear
un mundo mejor. El manga plantea preguntas éticas sobre el poder, la ley y el
castigo.
Los
ojos de Shinigami otorgados por los dioses de la muerte y
que pueden ofrecer al humano la habilidad de ver el nombre y la fecha de muerte
de cualquier persona, a cambio de la mitad de su vida restante. Si Dios jamás
ha concedido ese don, incluso a sus más fervientes clarividentes, ¿Por qué
tentar ese mal que incluso le resta más vida a la existencia productiva y de
bien?
Personajes
enmascarados y misteriosos como L, Near y Mello son
detectives con personalidades únicas que operan desde el anonimato, cada uno
con métodos distintos para atrapar a Kira. ¿Por qué lo hacen sí ataca al mal?,
porque Kira tuvo que cimentar su falsa voluntad atacando al bien.
Transformación
de Light Yagami de estudiante brillante a asesino
divinizado, Light evoluciona hacia una figura mesiánica que cree tener el
derecho de decidir quién vive y quién muere. Y pueden pasar los siglos, pero
ese poder es sólo de Dios.
Presencia
de los Shinigami personificados por Ryuk y otros
dioses de la muerte observan el mundo humano con indiferencia, añadiendo un
tono oscuro y surrealista a la historia mientras deciden con sus Death Note. El
no estar envueltos les hace emular al ángel de la muerte que sí está
encargado por el poder celestial para la más equilibrada de las tareas crudas.
El
simbolismo religioso en Death Note es latente a través de crucifijos,
juicios divinos, referencias al pecado y la redención presentes en la estética
y narrativa, sin adherirse a una religión específica. Todo ello trata de
equilibrar y decirnos que sólo un poder supra por encima de la anarquía humana,
es que puede hacer la voluntad de dar o quitar vida.
Tensión
constante en cada capítulo cargado de suspenso, con giros
inesperados, revelaciones y decisiones que cambian el rumbo de la historia. Pero
siempre demostrando que el ego y la voluntad, cuando no se equilibran, transforman
en alguien malo a quien podía haber elegido el camino del bien.
Final
filosófico (sin ánimo de dar spoiler) pero en la versión manga
como en el animé hay dos finales que aunque algo distintos, coinciden en que no
se glorifica a ningún bando, dejando al lector o televidente con reflexiones
sobre el poder, la justicia y la fragilidad humana. Y dependerá de cada corazón
elegir en qué bando quiere estar.
Por
esto y más es que aseguramos que nadie debería tener una Death Note y buscar
otras formas de castigo permanente o temporal y dejar las amenazas vacías y las
acciones que marcan de por vida. Nadie, más que Dios, tiene el derecho de
quitarle la vida a otro ser.
Aunque
la excepción de la legítima defensa o del alma perdida, ya entra en una
consideración aparte, pero igualmente la ejecución del plan, nos marcaría de
por vida, ya que sí hay algo que tenemos es, humanidad.
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