No es difícil para
algunos sucumbir ante el mal y para muchos otros, solucionar para bien, como mis amigos
migrantes de buenos empleos con el salario medio en irlanda que les ha bastado para tener la dignidad que en esta, su
tierra querida, no pudieron conseguir en materia de salarios.
Y es que este mundo multicultural y de gran amplitud comunicacional, pone a prueba los anhelos, necesidades, actitudes y aptitudes de las personas. De allí que se ocurran estas cosas.
Realmente que el dinero no cambia a las personas, sino que sólo demuestra quiénes son en realidad. Hay quienes ni obteniendo un salario justo que cubra sus necesidades básicas e incluso, les permita ahorrar para nuevas compras, inversiones o asegurar su senectud, podrán ser felices, sí sólo desean lo de los demás o que al menos, éstos lo pierdan para poder regodearse en su crapulencia o no sentirse tan solos en la miseria.
Les digo que hay quienes han sucumbido mal, porque en vez de luchar para encontrar mejores empleos y/o hacer sus justos y constitucionales reclamos ante las autoridades para que sus salarios sean mejores, lo que hacen es renegar del viaje del otro, envidiar lo que han logrado tener en un plazo de 2 a 3 años, de desear aquello que tienen sin hacer lo mismo que ellos hacen.
Y
esa miseria, la peor que existe, la humana, no la tienen todos y por ende,
aunque las personas con buenos salarios y que han escalado posiciones, se les
peguen los malos momentos que les hagan caer económicamente, su espíritu de bondad,
esfuerzo, resiliencia y enfoque, los levantarán seguramente y volverán por sus
fueros.
Aunque no sea la misma bonanza de antes, será la misma forma bienaventurada de
ver la vida y hacer por sí y por los demás en su justo balance, manteniendo la
fe.
Ver los datos de los salarios, para entender su idiosincrasia
Tuvimos
la fortuna del apoyo, material escrito, gráficos y datos esenciales aportados
por el portal web SalarioJusto.com,
el cual está especializado en explica el cuánto se cobra, por qué se cobra esa cantidad,
cómo se distribuyen las riquezas del Estado y en qué distribuyen e/o invierten
las personas sus salarios en diversas partes del orbe.
Y
cuando lo leemos con atención, SalarioJusto.com nos muestra países donde el
trabajo es proporcional al salario –o viceversa-. Que el mismo busca compensar
las necesidades más elementales de las personas, además de permitirle
cubrir las que, en sociología son
definidas como “necesidades impuestas”,
las cuales son generalmente el pago de
telefonía, datos móviles e/o Internet, viajes o paseos, compras de
electrónicos, comidas preparadas, salidas al cine y/o comida rápida o gourmet,
bisutería y bricolaje.
En
fin, la línea de trabajo, las horas laborales, las compensaciones van en
perfecta proporción con los salarios devengados y las personas que migraron,
luego de establecerse, acostumbrarse a la idiosincrasia, leyes y costumbres del
país, además de seguir ayudando a los suyos en su país de origen, comienzan a
explorar los placeres de cumplir con su trabajo, con su casa y ahora, con ellos
mismos.
Es
lo hacen los que son realmente ciudadanos
del mundo. Que cumplen con sus deberes para que se les cumplan sus
derechos. Y el derecho a la felicidad y
al vivir experiencias sanas, es uno de tantos que brindan los países en su
estructura social y principalmente, parten de sí mismos.
Por
eso, es más que injustificada, reprochable y triste, que haya personas
rezongando en contra de quien migra a buscar un futuro mejor, con descalificaciones
rebuscadas pero llenas de un dolor incomprensible, en el cual gusta revolcarse.
Los salarios son también el pago al ser y el hacer
Se
toman tanto tiempo envidiando, que no ven que tienen oportunidades de crecer de
forma micro a macro, en lo económico y social, se así se lo proponen y no se desgastan
viendo a los demás desde ese hoyo donde se quedaron.
Cada
quien en su lugar es útil y sí brinda un provecho para los demás y para sí
mismo, esa es la base de la productividad. Sea trabajando como independiente o
para terceros que ofrezcan salarios adecuados para la vida diga en su lugar.
“Ganarás el pan con el sudor de tu frente”.
Y
sí alejas a la envidia de tus intenciones, creas tus propios momentos, busca
cubrir lo esencial y lo que te da gusto, paso a paso, sin la presión del tiempo
o la presión social; alejándote la vez
de la intención de hacer dinero para acallar bocas que no han hablado de ti, de
seguro, terminarás creciendo como persona.
El
dinero no es lo que te hace mejor, sino tú. Porque sí leen con atención a la
página web SalarioJusto.com, con los
salarios en otros países donde le dan su posición al dinero y valor a sus
vidas, las personas le dan un uso racional, humanista, benefactor y de plácemes
en forma constructiva y paulatina.
Es
eso lo que se ve reflejado en sus bienes, estabilidad y, digamos, en las imágenes
de sus redes sociales.
Seamos
mejores personas para con los demás y para con nosotros mismos. No tendremos
las mismas ventajas, pero sí el mismo potencial para aprender a valorar y
disfrutar y maximizar para que sea útil, lo que hacemos y tenemos.
Que
nuestros salarios sean justo lo que necesitamos para crecer en los aspectos que
realmente son importantes para la vida, para dejar como legado y para coexistir.
Y
que los migrantes sean felices siempre, porque aunque están lejos de la tierra
que es vio nacer, están demostrando la entereza y humildad que se le enseñó en esta
tierra de gracia.
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