Realizar una reseña sobre el
sensei Epifanio Cuevas es hablar sobre la honestidad, disciplina, humanismo y
liberación de cuerpo, mete y alma de todo tipo de tentaciones que desvíen del
que es su único objetivo: Ser una buena persona para Dios y la humanidad.
Epifanio Cuevas y el Karate
Maracay / Estado Aragua, Venezuela,
tuvo el grato honor de ver el desarrollo de Epifanio Cuevas en el Karate – Do
estilo Shotokan.
Siendo entrenado por grandes
maestros venezolanos, sudamericanos e incluso provenientes del Japón, el sensei
tuvo todos los méritos y herramientas para hacerse un nombre internacional en
el predio de las artes marciales.
Más, su vocación por el
mejoramiento del prójimo y el rescate de su mete, cuerpo y espíritu le
condujeron por el camino de humildad que tanto deseó transitar.
Se convirtió así en entrenador
de defensa personal y combate sin armas
para las fuerzas militares y policiales venezolanas, enseñándoles no sólo a
defenderse y defender, sino a entender que en cada situación, hay una vida a la
cual tener que valorar incluso cuando la suya propia esté en riesgo.
Fue así como Epifanio Cuevas
formó una generación de funcionarios que sabían realizar sus funciones sin
desafueros ni excesos que pudiesen horrorizar o poner en riesgo vidas. Logró el
balance que en estos tiempos de abusos, tanto se necesita, gracias a su
entrenamiento y más a su manera de ver y respetar a la humanidad.
En el predio civil, formó a
niños, niñas, adolescentes, mujeres y hombres adultos en un Karate sano que
jamás buscaba atacar primero, sino la defensa que procurase e dominio
equilibrado de cada situación, con el toque evidente en dicha balanza a favor
del bien, definiendo éste de manera integral.
Epifanio Cuevas en la actualidad
La formación de Epifanio Cuevas
no quedó nada más en las mejores técnicas del “arte de las manos vacías”, sino que también realizó estudios de
Psicología para saber cómo tratar con diversos
tipos de conducta y así a través del Karate, canalizar adrenalina, energías
positivas, baja autoestima, personas deprimidas o casi que depresivas, alentándoles
a través del Karate a esforzarse, cuidar su cuerpo y su mente y elevar a su espíritu
para servir no solamente a ellos mismos, sino a todo aquel en derredor, de
manera directa e indirecta.
Estudiar con Epifanio Cuevas
Además de difundir lo que
aprendió de otros sensei, Epifanio Cuevas desarrolló sus propios movimientos,
rutinas de entrenamiento y técnicas para potenciar las habilidades de su
alumnado, compartiendo cada fase junto a ellos no sólo como un maestro, sino
como un líder, un amigo, un hermano, un padre y
un compañero.
Podía ser estricto y brindar
disciplina de la cual nadie se podía, debía ni quería quejar o refutar, porque
su costumbre fue y sigue siendo el portarse de manera correcta para que los
demás tengan un ejemplo humanista y ciudadano realmente bueno para seguir.
La humildad ante toda prueba
Como toda persona, pasó pruebas
fuertes ante su trabajo, familia, país y vida. Y siempre que caía, jamás perdía
la humildad, el respeto, el tesón, el ánimo y por encima de todo, siempre
mantenía la Fe, quizás inspirado por una fuerza mayor.
Tratar con Epifanio Cuevas es
reencontrarse con aquellos valores familiares que muchos ya llegamos a
extrañar. Ser su alumno y emularle es un seguro de una generación honesta en
base a su propia personalidad y un seguro para el mundo.
Su vida en República Dominicana
Desde hace ya varios años, el
sensei Epifanio Cuevas reside en República Dominicana. Él hizo caso de esa
fuerza mayor que le ayudaba en cada caída y le mantenía en sus convicciones.
Esta fuerza no es otra que la mayor del Universo: Dios.
Se dedicó a profesar la palabra
de Dios, convirtiéndose en Pastor gracias a su tesón, disciplinada manera de
estudiar y de ser y porque en el libro del destino, el Todopoderoso le confirió
la virtud de predicar su palabra.
Y así como Josué llegó a
combatir en nombre de los ejércitos de Dios bajo el capitanazgo de Moisés, entendiéndose
como que tuvo que utilizar el cuerpo y espada como herramientas, luego de un
tiempo alejado de las artes marciales, Epifanio Cuevas comprendió que el karate
es también una manera de enseñar y halagar a Dios.
Porque si entre los seres
humanos existe disciplina, buenos modales, apoyo emocional, compañerismo,
alegrías, impulso para lograr sus metas, refuerzos positivos, se cuida al
cuerpo y mente, se procura la defensa de lo justo y se honra a las personas
amadas, claramente se está cumpliendo el mandato divino de amaos los unos a los otros.
Enseñar que sí se puede y a
saber ser agradecido con quien te brindó la oportunidad, abrió tus horizontes
para conducirte un buen camino, es parte de ser un buen Pastor así como un buen
Sensei y un hijo de Dios, útil y fiel creyente y servidor de sus preceptos y
causa.
Practicar artes marciales con Epifanio Cuevas
Por ello, el que el sensei
Cuevas haya vuelto a profesar sus conocimientos investidos en una gran
humanidad, es una oportunidad imperdible para padres, madres y representantes,
colegios, estamentos miliares y policiales, mujeres que quieran tener
conocimientos prácticos para la defensa personal y hombres que sepan protegerse
y proteger de manera equilibrada.
En Maracay, existen aún alumnos
del Sensei Epifanio Cuevas y de sus compañeros generacionales. Además, de
quienes aprendimos a mantener una vida integra en los embates.
Así que, dominicanos y
dominicanas, sepan que quedan manos capacitadas para un aprendizaje integral de
cómo ha de entrenarse y comportarse una persona, para la vida, para sus
hermanos, para trascender y muy importante, para tener otra forma válida,
respetuosa y muy activa de servir a Dios.
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