¿Qué tan Enamorado está Dios de la Humanidad?
Difícil pregunta para que la respondamos, debido a que
somos nosotros mismos, así nos pasemos de buenos, quienes se la hacemos difícil
a Dios.
Pero el Amor en sí es un misterio inmenso que sólo se
puede sentir y no del todo explicar; aunque se conceptualice, defina, se creen
signos lingüísticos y símbolos, él será un motor extraño que mueva al mundo. Y
Dios, por ser quien en realidad mueve al mundo desde la creación es también un
misterio que sólo se devela en nuestras acciones y luego palabras para el bien
y el entendimiento de que todo tiene un por qué, aunque nos pese.
Y esa es una forma de amor. Eso nos quiere decir que Dios es Amor y sí nos los profesa,
obviamente que está enamorado de nosotros tanto como le amamos a él. Y ese amor
humano es grande porque es el compendio de la historia de la humanidad, pero sí
sumáramos todo ello, aún sería más pequeño que su amor.
Dios nos ama porque su palabra está dada
Luego del diluvio, Dios se juró a sí mismo que jamás
volvería a hacer algo así contra toda la humanidad. Pero ustedes dirán, ¿las
inundaciones o tsunami que ha habido por montones, luego?; damas y caballeros,
ese es el orden natural de las cosas, el equilibrio del mundo, la demostración
de la madre Tierra de que es un poder por encimad del hombre que se posó en la
Tierra para vivir pero jamás para convivir con ella. En ninguno de esos casos
ha sido Dios castigando con la muerte a los impíos como hizo en los tiempos de
Noé.
A veces vemos el amor como queremos. Pero Dios ve y
aplica el amor como lo que es Él: justo y comprensivo.
Además, el enamoramiento es estar con la persona amada
y la muerte, aunque nos duela y molesten sus crueles métodos, es la forma de ir
a la Casa del Padre sí bien acá profesamos amor a Dios y a su obra, desde la
más grande a la más pequeña; tanto a la que Él hizo como a la que permitió
iluminando y dando chances a cada ser humano en todas las áreas del saber
humano, incluso entre quienes no han creído en Él.
Porque mientras seas bueno y hagas el bien, Dios te
amará.
El perdón como forma de Amor
Estar enamorado es sacrificar lo suyo por el bien de
otros. Él sacrificó a su hijo por nosotros y miren que la historia de la
humanidad cambió y realmente comenzó con ese suceso. Eso quiere decir que está
enamorado porque 2021 años después ese amor sigue vigente y bastante que ha
crecido.
“Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo, tú y tu casa". (Hechos 16:31)
Quien de verdad cree y siente, está enamorado. Si usted
ama a Jesús, ama a Dios y a l Espíritu Santo. En fin, ama a la Santísima
Trinidad, ¿cree acaso que ese amor no es recíproco?, pues sí que es en ambas
direcciones.
Y el amor no es precisamente obtener lo que se quiere,
sino lo que se debe tener y saberlo maximizar, como al amor que se la ve
aumentando día a tras día, se le diversifica, se pone mucho de sí y jamás es
rutinario sino más bien consuetudinario. Ese amor de Dios es el que debemos
copiar y profesar en su creación toda, sin lastimar ni dejar que nos lastimen,
sin ver lo que queremos ver sino lo que debemos ver, sabiéndolo usar para
crecer en conjunto.
Porque con un enamorado así, sí que vale la pena vivir.
Entonces, ¿está o no está Dios enamorado de la humanidad?
Definitivamente cuando usted abre los ojos y hace que
el día hasta en la cosita más pequeña valga la pena, allí está Dios dándole
amor día tras día y esa es una suma grande que usted a su edad puede ir viendo
cuánto se ha acumulado y sin abandono, ni siquiera en el peor de los días,
porque de una u otra forma termina compensándole.
Seamos como seamos en el exterior y sintámonos como nos
sintamos en nuestro interior, más allá de lo que razonamos, en ese rincón del alma donde hace vida la luz
divina, allí está el amor. Incluso entre quienes no creen en Dios o quienes ven
a la religión, dogma, secta o independencia muy a su manera.
Dios nos ampara del mal y eso es lo correcto. Las
situaciones llegan, pero no son castigos, son el balance del mundo y resultados
de gran cadena de errores. Es una lotería propia de los errores humanos o del destino.
Nadie se muere en la víspera sino cuando
le toca, pero aún así, el amor de Dios no muere, más bien es cuando
comienza en los predios de su gloria, en el otro hogar que Él posee y que está
en el reino de los cielos, ya que su
otra orada es en nuestros corazones y cuando sabemos cómo orar o cómo hablar
con Él, en tono de amor, aún cuando lo digamos firmes, sabe Él que es con
respeto porque así es el amor, respeto mutuo.
Pruebe usted con su enamorado el hablarle firme y
sincero y verá el nivel de amor; pruebe usted hablar con su enamorada hablar
firme y sincera y verá el nivel de amor. Y que las palabras sean para construir
y perdonar, que tengan nivel de acción y reacción.
Verá que cada día será el día de los enamorados porque
aprendieron a amar tal cual, -como buenos hijos de Dios-, aprendieron de Él que
les enseñó con el ejemplo cuán enamorado está Dios de la humanidad.
Igual el amor por lo que se hace, por lo que se
estudia, por los familiares y amigos. Dios tiene un amor mayor que el que
nosotros podríamos profesar, pero emularle no es malo, ya que si estás
enamorado o enamorada de alguien de bien, estar a su nivel es emular sus
acciones y sumarle tu propia personalidad.
“Nadie
tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos". (Juan 15:13)
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