Muchos críticos de la
religión católica siempre argumentan que los que asistimos a las iglesias,
capillas, eventos a cielo abierto de la religión católica apostólica romana nos
damos “golpes de pecho”, pero que al salir de esos lugares seguimos pecando.
Ese decir tan absolutista
tampoco habla bien de quienes lo alegan, ya que sólo ven nuestros errores y
muchas veces los esperan, aúpan o inventan, no desean ver los beneficios que existen en el arrepentimiento sincero.
Sí, en las misas nos damos
golpes de pecho rituales acompañados de “por mi culpa, por mi culpa, por mi
gran culpa”, pidiendo intercesión de los ángeles, de los santos, de la Virgen
María ante Dios Todopoderoso, para que nos ilumine.
Y salimos a la calle a
seguir la vida, no olvidando, pero sí siendo humanos, con fallas y momentos de
prueba que aprobamos o no. Más, ¿y los momentos de acierto nunca serán
valorados?, esos instantes donde la humildad y el hacer sin alabarse ni
regodearse, sino seguir, esos que sabemos porque los vivimos y que no
vociferamos, parece que jamás van a contar.
Pues sí, sí cuentan y lo
sabemos. Y es en ellos donde transformamos los golpes de pecho en acciones de
redención y justicia, porque muy justo es que demos de los dones del Espíritu Santo que nos han tocado, ya sea en mano de obra, consejos, información acertada,
educación prudente, entretenimiento humano, caridad piadosa, benevolente, sin
mayor pago que el saber que aportamos un grano que pesa un kilo y que debe ser
acallado porque sí se pregona o pavonea, pierde el verdadero valor.
Son en esos instantes donde
los golpes de pecho son justificados y son parte de una fórmula que funciona con sinceridad.
Cuando pecamos en
pensamiento, palabra, obra u omisión, Dios nos acepta cuando de verdad nos
arrepentimos. Y no, no salimos con la intención de estar fallando. Pero me disculpan,
como humanos, vamos a seguir fallando.
Y por encima de eso, nos
vamos a seguir arrepintiendo, aprendiendo, recomponiendo, mejorando, haciendo
de lo sociable nuestra interconexión humana, haciendo el bien sin mirar a
quien, demostrando que cuando nos arrepentimos de corazón, dándonos golpes de
pecho, es porque hemos caído y pedimos intercesión celestial para que Dios nos
perdone y nos dé cobijo tanto en La Tierra como en el Cielo.
El ser humano es la obra
cumbre de Dios, pero sólo Él es perfecto, nosotros llegamos a la excelencia
como máximo, en el área que elijamos, tanto de profesión, oficio, hobbies,
costumbre, vocación y acción.
Y vamos a fallar porque no
somos perfectos, porque muchos factores se concatenan, porque explotamos sea
poco o sea mucho, porque decimos cosas que exacerban a los demás por ser
contagiados de nuestras propias molestias y dolencias, esas que se van
aglomerando en el pecho y que con golpes queremos sacar porque ese es lugar de
Dios en nosotros y siempre el maligno se quiere meter a perturbar.
Tengamos el valor de decir,
“sí, me equivoqué y le pido perdón a Dios de corazón, golpeando al mal que se
metió, para que salga porque esa no es su casa; y presentemos disculpas a
nuestros hermanos al fallarles o al hacerles sentir incómodos porque fallamos
para con nosotros y eso les entristece”.
Los golpes de pecho
representan pues, el ataque de una persona que se pone del lado de Dios con el
fin de golpear en su rostro a la ignominia, lo ominoso, lo palurdo, lo procaz y
lo maligno que nos quiera contagiar.
Y sí alguien contra –
refuta que los golpes de pecho no son necesarios sí es eso lo que se busca,
pues respondamos que tiene razón, pero así queremos, porque hay miles de
maneras de atacar al mal y la mejor de ellas es buscar el mutuo acuerdo para
atacarlo a él y no a nosotros, entre nosotros, para no juzgarnos ni ocultar que
podemos fallar y luego estarán temerosos de que se sepa y en vez de expiar esas
culpas, sumarán más viviendo una mentira. Todo por no darse golpes de pecho que
sólo pueden aturdir y echar al mal.
Sépase que la forma que
esa persona que critica tiene de arrepentimiento y de no pecar, mientras sea
contra el mal, para nosotros es de plano, muy buena.
Lcdo.
Argenis Serrano - @Romantistech