Significado de los Números
La interpretación del significado de los números no es de ninguna manera un
medio moderno más o menos rebuscado. No data ni siquiera de la Edad Media en
los días de los alquimistas como algunas personas suponen.
No, por el contrario, es
un sistema empezado en épocas muy antiguas y no como una invención producto de
la ignorancia, sino consecuencia de una gran necesidad de la inteligencia
humana: la de conservar los conocimientos con tanto esfuerzo adquiridos por
cada estudioso en lo particular y por generaciones de estudiosos en lo
colectivo; es decir, lo que hoy se entiende por una enciclopedia.
Es muy importante entender
que a todos los pueblos antiguos, por carecer de imprenta, les resultaba
imposible legar sus concepciones filosóficas y todos sus descubrimientos de
tipo científico a la posteridad, lo mismo cercana que lejana.
Así pues, de alguna manera
tenían que resolver este problema y lo solucionaron en base de símbolos,
condensando en cada uno de ellos un amplio conocimiento lo mismo científico que
filosófico.
Así como aparecieron los
números de valor simbólico, muchos de los cuales hoy son conocidos como números
cabalísticos, así también a los colores se les dio valor igualmente simbólico y
por otra parte, se crearon figuras geométricas como el triángulo, el cuadrado,
el círculo, etc.
También los metales y las
piedras más o menos preciosas recibieron sus respectivos simbolismos.
Los
cuatro elementos: agua, fuego, tierra y aire, obviamente fueron
de los primeros en ser considerados dentro de ese sistema de símbolos o
cabalístico, si así prefiere llamarlo.
Pongamos un ejemplo: Un
árbol simboliza: vida, casa, hogar, alimento, fuego, calor. Y efectivamente
todo eso nos puede dar un árbol.
De esta manera, con
símbolos, fue como se escribió La Biblia
y todo lo muy antiguo; y consecuentemente, nos conviene ver algo de los números
y de los colores a fin de entender
mejor lo que decimos acerca de los significados de ambos simbolismos.
Significado de los números y símbolos
1:
Representa al hombre físico sin considerar al alma ni al espíritu. Es la unidad
y la confianza en sí mismo. En las religiones monoteístas significa el Dios
único.
En las religiones
politeístas significa el Dios principal por orden de jerarquías. En el
ocultismo es lo primero, el principio.
2:
Representa al hombre y a la mujer como base de la especie y como seres físicos
únicamente. Significa el binario, lo opuesto, el equilibrio, el bien y el mal, la vida y la muerte, el negro y el blanco, los opuestos.
En las religiones antiguas
no bastó un solo Dios, necesitaban su opuesto para que existiera el binario o
sea el equilibrio, por ello fortalecieron la idea del diablo que es el dios del
mal, pues no comprendían o admitían que un mismo dios fuera responsable de lo
bueno que les sucedía y también de lo malo.
3: Este número
representa al hombre trino: cuerpo, alma
y espíritu. De este concepto nació la Trinidad
en todas las religiones. Es el triángulo que representa el anhelo hacia lo
superior, anhelo de libertad, anhelo de superación. El triángulo representa la
versatilidad, la flama de fuego.
Las cuatro caras de las pirámides de Egipto son triangulares,
esto da un doble símbolo que nos da el número siete.
4: Simboliza solidez,
lo estable, lo quieto, lo duradero, lo pasivo. Representa los cuatro puntos cardinales. El cuatro también representa los
cuatro muros de una casa o habitación, lo cual significa hogar. En las religiones representa la solidez y pureza de la
tradición.
5: Representa
incertidumbre, inseguridad, dificultad para entenderse. Es símbolo de lo
cambiante, de lo inconstante, de lo inesperado.
El número cinco simboliza
fuertes alternativas en la vida y en la conducta. Significa lo oscuro y difícil
de entenderse; por eso algunas organizaciones
religiosas o místicas representan al diablo con una estrella de cinco puntas,
pues además de oscuro, no se le entiende.
6: Significa armonía,
equilibrio, estabilidad, pues combina lo par con lo impar. Combina al dos que
representa al hombre y la mujer con el cuatro, que significa estabilidad y
hogar; pero además de eso, armoniza con el número tres que significa lo
espiritual y la proyección hacia lo divino.
El número seis representa
a la estrella de seis puntas: dos triángulos entrelazados, la que se conoce
como la Estrella de David.
7: Este es
clásicamente el número de lo mental. Simboliza sabiduría de y en el misterio.
Es inspiración para entender lo raro, lo difícil, lo superior, lo esotérico, lo
relativo al más allá.
Este número desde la
antigüedad ha tenido un significado altamente místico y de fortuna, no
precisamente relacionada con dinero, sino fortuna en el trabajo de estudio, de
investigación de los grandes misterios.
Es el número típico de las
iniciaciones y de los iniciados. En La Biblia aparece con mucha frecuencia el
número siete y en casi todos los casos con un sentido esotérico.
8: Simboliza progreso
en sentido material, pues representa dos veces el cuatro que es estabilidad y
cuatro veces el dos que es hombre y mujer sin considerar ni al alma ni al
espíritu. En geometría es el octágono o sea una perfecta simetría.
En ocultismo se interpreta
como el número que no se conforma con
nada inferior, sino que aspira a lo superior. Representa lo exacto, lo
perfecto en los pares, pues no permite irregularidades. No es símbolo de
imaginación, pero en cambio, representa la facultad del análisis en lo
científico.
9: Es el símbolo de
la influencia universal. En los medios ocultistas se le conoce como el número de la perfección, pues alude
tres veces a la Trinidad. Por lo mismo, en nada se refiere a lo material, sino
totalmente a lo espiritual, al desarrollo de las facultades psíquicas hacia lo
espiritual.
Se le considera como el más grande de los números
primarios y su símbolo es: “capacidad para hacer grandes cosas”.
Se le entiende como poderoso amor a las grandes obras y de poder magnético para
hacer que multitudes sigan la corriente.
10: Es el uno con todo
su simbolismo.
11: No tiene un valor
simbólico especial, excepto sí se le considera como dos líneas con lo cual
viene a ser el número 2.
12: El hombre y la
mujer. No en ese orden tajantemente, sino la conjunción de ellos en perfecta
armonía, haciendo el todo.
El Número 13
Este número no tiene precisamente un valor simbólico de
importancia. Sí se ha extendido como número fatal se debe muy probablemente a
que cuando se le dio forma a la astrología
asirio – caldea se encontraron con que a la simple vista se podía
distinguir no sólo las doce constelaciones tradicionales, sino una más que hoy
en día la astronomía llama “Ofiuco”.
Esto vino a romper la armonía que ya se había establecido
con el número doce: trastornaba toda la simetría ya establecida en el Zodíaco
lo cual producía confusiones, de donde nació la idea de que un dios o un algo
malévolo venía a romper la armonía celeste.
Más tarde, ya en la época posterior a Moisés fueron no
doce las tribus de Israel, sino trece, aunque esa decimotercera nunca llegó
realmente a tomar posesión de tierra alguna. Sin embargo, si creó problemas de
tipo político.
Por último, ya en los días de Jesús de Nazaret se habla de doce apóstoles; pero en justicia,
¿puede considerarse a Judas Iscariote como un Apóstol?, ¿No será que hay alguna
confusión de nombres y que, realmente, hubo doce y que Judas Iscariote vino a
ser el número 13?
¡Tal vez por eso muchos no quieren a su mesa 13 invitados,
pues en lo íntimo, en lo espiritual existe el mundo inexplicable de que uno de
ellos es un traidor que hará que uno de los presentes muera!