Amadísimo Niño Jesús de
Praga. Hijo adorabilísimo de María Virgen y María Inmaculada, quisiera honraros
con el honor profundo con el que les honran los ángeles y santos en el cielo y
los corazones justos en la tierra.
Pero soy pobre criatura
sin méritos y con muchos pecados.
Tú que sabes lo que
vale para una madre el hijo de su corazón, acepta por favor el obsequio de amor
y honor que te ofrezco al dedicarte y consagrarte con todo rendimiento y con
todo mi corazón a mi hijo/a…te lo doy, es tuyo/a.
Por favor, guárdamele de
todo peligro de cuerpo, alma y corazón, bendice su corazón para que siempre sea
una persona investida de honestidad y que aprenda sin odios ni dolores, cuando
llegue la adversidad.
Bendice sus ojos para
que no sean fascinados por los halagos de la vanidad o el camino fácil.
Bendice sus
inclinaciones para que nunca se desvíen de la virtud.
Bendice su alma, su potencial
y sentidos.
Divino
Niño,
tú has prometido favorecer a quien te honre, yo te confío lo que más amo en
este mundo: MI HIJO, MI HIJO, JESÚS MÍO, MI HIJO QUE AHORA ES DE TI Y DE LA
VIRGEN SANTÍSIMA.
¿Qué será de mi hijo el
día de mañana?, ¿Será bueno y les amará?, ¿Amará a sus padres?, ¿Será feliz o
se perderá?
¡Oh, cuánto cavila una
madre preocupada!, Tú lo sabes, Dios Mío, que lees en lo íntimo del alma.
MI CORAZÓN DE MADRE
DESCANSA EN TI, DIVINO NIÑO JESÚS DE PRAGA.
Amén
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