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La Cacería: Una Experiencia Bíblica

 

Podrá leerse fuerte el título, pero es una verdad de los tiempos. La cacería es parte del hombre desde los tiempos en que el Antiguo Testamento se escribía apenas. Era la forma de supervivencia de la humanidad.

No deberían de ofenderse los proteccionistas de animales, vegetarianos, veganos porque ésta fuera una práctica común en esos tiempos y que sigue vigente por motivos similares y relacionados.

Con la cacería se conseguía la piel y carne del cordero, mismo que se ofrendaba a Dios en altares de piedra en busca del perdón, por agradecimiento y/o por el establecimiento de nuevas regiones que se transformarían en civilizaciones.

De hecho Noé al poder salir del arca luego de 40 días de finalizado el diluvio universal lo primero que hizo fue una ofrenda que sí bien no requirió de cacería del algún animal fue una pauta que luego requirió de la misma.

En fin, podemos decir con propiedad que en La Biblia aparece la cacería como una manera de continuar la vida gracias a que el ser más evolucionado y con el poder sobre los animales, plantas y cosas sobrevivía gracias a ello. El hombre cumplía con su deber y su poder.



La evolución

De la lanza y el arco y flecha, la espada, la maza o la honda que se usaban en principio, el hombre ha tenido mucha inspiración y astucia para equiparse con herramientas efectivas para la cacería. El que hayan utilizado las mismas para otros fines no puede achacársele a Dios, sino a aquellos que llaman el Libre Albedrío que siempre ha demostrado no ser tan libre, pues los poderosos –dixit-, terminan manipulándolos para que sean sus peones de ajedrez.

Pues bien, las armas fueron mejorando. Los eficaces arco y flecha eran para guerreros y cazadores prodigiosos porque el temple para asir la pluma a la cuerda requería tanto fuerza como precisión.

Y en situaciones que requerían rapidez, muchos cazadores terminaban siendo cazados por sus propias presas o algunos no atinaban y mientras aprendían a mejorar, el hambre les carcomía y con ellos los que estaban bajo su responsabilidad.

Entonces en China, país que no se rige por los preceptos bíblicos directamente pero apegado a la supervivencia de una gran masa poblacional, se les ocurrió hacer al arco y flecha más cómodo de manipular y cargar por todos, para la defensa y sobrevivencia. Nació así la ballesta de caza que tanto gusta por su precisión, practicidad y ayuda para ser certeros en la caza de animales terrestres y aéreos.

Sin crueldad contra los animales

La cacería nunca debe ser un acto de crueldad para con los animales ni una competencia para demostrar el falso ego. No es moral ni ante Dios ni ante las leyes del hombre. Carcome el alma y la envilece.

Cazar debe tener el fin de la alimentación o el control de las especies, en varios países europeos por ejemplo, tanto grupos religiosos como proteccionista de animales apoyan la cacería del jabalí o cerdo salvaje o cochino de monte por los problemas a los humanos que provoca esta especie que se reproduce enormemente y causa estragos en ciudades y autopistas.

Sí bien para los cazadores es algo así como un entretenimiento el cumplir con su deber, la intención final y la manera como se haga es lo que le da valor ético. Y la ética está enlazada con la religión que sea porque trata con respeto la dignidad de las cosas y seres, por muy comprometedor que sea el caso.

Cazar en la actualidad

Hemos de finalizar estas reflexiones comprendiendo que el uso de armas para cazar debe ser regulado no sólo por leyes, sino por el sentido común y la acción conjunta de líderes religiosos, políticos y jurídicos, además de buenas amistades.

Que el cazar provea de esos sabores silvestres que en la antigüedad eran una manera de vida diaria y que ahora pasaron a ser un sector secundario debido a la cría de ganado vacuno, lanar, aves de corral, la pesca y por supuesto la siembra.

Sí sale usted de cacería, sea con un arma de fuego, una ballesta de caza o redes, jamás deje en casa su moralidad y ética. Y de ser posible, en el camino, en algún hoyo, entierre la saña, lo ominoso y el disfrute de acciones excesivas en contra de los seres vivos.

Lcdo. Argenis Serrano - @Monedistech

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