En La Biblia podemos
encontrar estos versículos que son una solicitud inalienable para aquellos que
profesamos la fe: difundir la palabra de Dios...
Mateo 28:19-20 –
"Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer
todo lo que les he mandado."
Marcos 16:15 –
"Y les dijo: Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda
criatura."
Romanos 10:14-15 –
"¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en
aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?"
Hechos 1:8 –
"Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y
serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines
de la tierra."
Al sol de hoy, esto ha
sido la constante de las iglesias católica y ortodoxa; y sin quitarle mérito a
las demás iglesias no oficiales derivadas de la protestante (luterana,
calvinista, anglicana, metodista, etc.), aunque obviamente el estilo e incluso
fondo difiere de las dos primeras que derivan de los apóstoles San Pedro y
San Andrés.
Difundir la palabra
El mensaje está; el
emisor también; el receptor está; aquí el asunto sobre difundir la palabra y
que esta se comprenda con mente, alma y corazón bien alineados y con capacidad
de engranar con el entorno y así mover al mundo hacia una estancia mejor, es lo
que se requiere.
La iglesia lo ha
entendido e incluso ha aconsejado a sus fieles que además de leer e interpretar,
sepan enseñar y difundir. Como es la era de las redes sociales, las
recomendaciones más puntuales es que tengan sus propios canales y ayuden con su
libre albedrío, llegándole a las masas.
Para difundir la palabra
requieren un piso y así poder elevarse. Entra pues la opción de buscar un SMM PANEL de calidad para gestionar y optimizar su presencia en redes sociales, acompañándose
con un medido pero real grupo de seguidores que brindan interacción digital con
calidad humana y, además, comentan para retroalimentar las enseñanzas.
No es raro pues que muchos
fieles que dedican de su tiempo y convicción a difundir la palabra de Dios por
medios digitales, compren un pack de seguidores (técnica llamada originalmente
como “Buy Followers”) y comiencen la cadena o efecto dominó donde
participarán personas cotidianas que encontrarán a usuarios que saben
conversar, llevan las discusiones de buena manera y todo lo que se trata
siempre llega a buen puerto.
Porque no podemos ser agentes de alejamiento
Al difundir la palabra de
Dios buscas hermanar, no obligar, asegurar que tú interpretación es la única y
que las opiniones de los demás no son necesarias, sólo su obediencia, trabajo
sin lucro y el dinero que aporten, como están haciendo muchas seudo-iglesias en
estos últimos tiempos.
La Biblia tiene múltiples
interpretaciones, algo propio de su narrativa y la parábola. Pero solicitando
ayuda al Espíritu Santo podemos internalizar el mensaje y darnos cuenta que
para difundir la palabra no necesitamos imponernos rudamente y de forma
separatista para con los demás que también buscan ejercer su fe o creencias.
Si vamos a utilizar los
medios para llevar el buen mensaje, debemos ser comedidos, equilibrados y realmente
astutos sin que ello suene a manipulación…. y dejarnos acompañar por quienes
saben y pueden brindar aportes de valor.
Como podrán haber leído,
hay estrategias legales y éticas en el predio digital para construir una legión
de usuarios útiles a la causa de Dios y hacer que el mensaje trascienda para esta
y las nuevas generaciones, como ha sido nuestro deber y resulta nuestro honor,
desde que Jesucristo vino al mundo y nos solicitó predicar con la verdad y que el
mensaje llegase y fuese para todos por igual.
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