Oración de Santa Faustina para pedir un corazón misericordioso
Oración
de Santa Faustina para pedir un corazón misericordioso
Oh
Santísima Trinidad, cuantas veces respira mi pecho, cuantas veces late mi
corazón, cuantas veces late mi sangre en mí, otras mil veces deseo adorar Tu
misericordia. ¡Deseo transformarme enteramente en tu misericordia,
convertirme en tu reflejo vivo, oh mi Señor!
Que
tu misericordia, que es insondable y de todos los atributos de Dios el más
sublime, se derrame de mi corazón y mi alma sobre mi prójimo.
Ayúdame,
Señor, para que mis ojos sean misericordiosos, para que nunca sospeche ni
juzgue a las personas por su apariencia exterior, sino que perciba la belleza
interior de los demás y pueda ayudarlos.
Ayúdame,
Señor, para que mis oídos sean misericordiosos, para que esté atenta a las
necesidades de mis hermanos y no me dejes permanecer indiferente ante sus
dolores y lágrimas.
Ayúdame,
Señor, para que mi lengua sea misericordiosa, para que nunca hable mal de mis
hermanos; Que tenga una palabra de consuelo y perdón hacia cada uno
de ellos.
Ayúdame,
Señor, para que mis manos sean misericordiosas y rebosantes de buenas obras, no
se cansen nunca de hacer el bien a los demás, mientras acepto las tareas
más difíciles y dolorosas para mí.
Ayúdame,
Señor, para que también mis pies sean misericordiosos, para que lleven sin
descanso ayuda a mis hermanos, superando la fatiga y el cansancio;
que mi descanso esté al servicio de los demás.
Ayúdame,
Señor, para que mi corazón sea misericordioso y sensible a todos los
sufrimientos del prójimo; nadie recibe una negativa de mi corazón. Que conviva
serenamente, incluso con los que abusan de mi bondad.
En
cuanto a mí, me encierro en el Corazón misericordioso de Jesús, silenciando a
los demás cuánto tengo que sufrir. Oh Jesús mío, transfórmame en Ti, porque Tú
puedes hacer todo. Amén.
Frases de Santa Faustina Kowalska
“La
humanidad no encontrará la paz hasta que se vuelva con confianza hacia la
misericordia”.
“Dios
nunca fuerza nuestro libre albedrío. De nosotros depende si queremos aceptar la
gracia de Dios o no, si queremos colaborar con ella o malgastarla”.
“El
silencio es un lenguaje tan poderoso que llega al Trono del Dios vivo. El
silencio es su palabra, aunque oculta, pero poderosa y viva”.
“Mi
alma es como un agua transparente en la que todo lo veo, tanto mi miseria como
la grandeza de las gracias de Dios”.
“Dios
nunca permitirá más de lo que podemos soportar”.
“Con la confianza de un niño, me arrojo en tus brazos, Padre de la Misericordia, para reparar la infidelidad de tantas almas que temen confiar en Ti”.
“Él
es el Señor y no permitirá, ni consentirá, que sean confundidos los que en Él
ponen toda su confianza”.
“Jesús,
Tú me haces saber y comprender en qué consiste la grandeza del alma: no en las
grandes hazañas, sino en el gran amor”.
“El
amor de Dios es la flor y la misericordia el fruto”.
“Recita sin cesar este Rosario que te enseñé. Todo el que lo recite obtendrá gran misericordia en el momento de su muerte. Los sacerdotes lo recomendarán a los pecadores como la máxima tabla de salvación. Aunque el pecador sea el más endurecido, si reza este Rosario una vez, alcanzará la gracia de la infinita misericordia".
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