El verdadero marketing escucha las necesidades de las
personas para transformarlas en productos, bienes y servicios adecuados a sus
requerimientos, derivados, sugerentes. Nacidos hasta de las “casualidades”, los
productos encuentran el marketing un sentido de vida. Caso famoso es el del Sildenafil que se pensaba como un
remedio para el corazón y terminó siendo el mayor potenciador masculino
existente en el mundo.
Y es así, ya sea una persona o una agencia de marketing digital en Chile, España, Venezuela, Estados
Unidos o Japón, de donde sea, le buscará un sentido práctico a lo que surja. Y encontrará
los mercados adecuados, proponiendo escenarios coherentes para que los
distintos tipos de públicos les tengan como las alternativas adecuadas y
necesarias.
Está en nosotros saber qué necesitamos, cuándo
obtenerlo, el por qué es mejor una opción a la otra de un mismo producto y así
estaremos mejor orientados en el cómo gastar. El marketing digital, la
publicidad, las personas allegadas a los mismos nos abren un sinfín de
oportunidades pero nosotros somos quienes elegimos.
Las necesidades básicas y las impuestas
Una persona cristiana abre sus ojos ante el mundo de
posibilidades de bien. De hecho los católicos cristianos no encontramos
relaciones entre los usos, cosas, decires de todo, simplemente vemos lo que es
bueno y malo para nosotros. Las exigencias en las demás religiones sí son más
altas y se respetan porque son libres interpretaciones de La Biblia. Así hemos
vivido y así seguiremos.
Los productos que cubren nuestras necesidades básicas: salud, alimentación, vivienda, vestido,
calzado, transporte, servicios básicos, en un deber de ahorro, se deben
cubrir con expectativas largas más que sólo por marcas, sin que ello se entienda
que las marcas no son duraderas, pero sí usted no llega al costo o va a quedar
sin dinero sólo por adquirirlos, se está haciendo un daño doble: un gasto
innecesario y limitando una necesidad básica que debe cubrir para sí y o los
suyos.
Las necesidades impuestas son esas que trascienden
aunque sean necesarias, por ejemplo sí se tiene un celular de gama baja, que el
ímpetu nos llame a buscar uno de gama alta sólo porque es la moda y nos dará
status, es un gasto superfluo que banaliza nuestro sentido de la realidad. Bien
respetamos a la tecnología y sus adelantos, pero el adquirirla amerita que
usted pueda de verdad costearlo con holgura y así disfrutarlo sin cargos de
conciencia o consecuencias por afectar otras compras.
Así, las necesidades impuestas serán valores agregados
a un trabajo bien hecho, una real compensación. Si acaso las deseare, piénselas
también comprarlas de manera gradual, entendiéndose esto como a crédito o un
producto similar que luego pueda vender y facilitar luego a otra persona a un
precio justo, dinero que le servirá junto a lo demás ahorrado, para satisfacer
su anhelo con todo el esfuerzo, responsabilidad y méritos debidos.
El marketing digital en pro del bienestar
El marketing digital también se usa para ahorrar, porque
es una manera de responsabilidad social
empresarial, comercial y de personas para con los públicos. Allí se
encuentra un balance de bien. Y ese bien es el que debemos propulsar como
personas de fe que buscan aplicar la moral
y luces como nuestras primeras necesidades.
Una forma de caridad cristiana es también predicar con
el ejemplo. Por eso les decimos, tengan mesura, pero con el fruto de su
trabajo, ahorro y la responsabilidad para con los suyos, su país y usted mismo,
podrá obtener las maravillas tecnológicas o experiencias que desea, porque las
mismas están en el mundo gracias a que Dios las permitió y es por nuestras
buenas acciones en suma, que ganamos acceso a ellas.
Formas de ahorro recomendadas
-
Evite las compras compulsivas y/o excesivas.
-
Si va de compras, lleve un plan de
necesidades a cubrir y de saber si es factible y cómo comprar lo que le atraiga
adicional.
-
Las compras no son un entretenimiento
principalmente. Son algo metódico que en su proceso es como nos brinda placer.
-
Equidad en los gastos de divertimentos.
-
Planifique sus vacaciones, reuniones o
fiestas navideñas. La improvisación está en lo que se vive, no en lo que se
gasta.
-
No viva sólo al día, trascienda para cubrir
emergencias, gastos superiores y crear un colchón de seguridad.
-
Haga el ahorro una segunda naturaleza, no
un acto de avaricia, codicia, tacañería ni excesivamente compulsivo, pues le
enferma socialmente y eso, resulta más caro.
-
No adore el dinero, sólo respételo.
-
Tenga bien administrados sus ingresos en
relación con los egresos. Considere los pagos, no se endeude en frivolidades
que le mermen sus ahorros para cosas que de verdad necesita, quiere o merece
más.
Lcdo. Argenis Serrano - @Monedistech
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