Una señora que profesa la religión evangélica me dijo hace unos años "¿No sabe usted que sólo Dios monta y quita Reyes o Presidentes, dependiendo de la fe, oración y méritos que su pueblo tenga en oración para dejarlo o quitarlo?.
En esos instantes pude decir muchas cosas. Con el paso de los años y ante la evidente depreciación de dictadores y malos gobernantes democráticos, entiendo que ha sido la oración un factor crucial para ello, ya que como dijo el Papa Juan Pablo II "el infierno está en La Tierra, en vida" y dicho infierno es pagar por los errores.
¿Por qué llegan a ese lugar esos seres que se envilecen y envanacen por el poder? ¡Quizás es la falta de fe y el destino!. Así vemos países como Cuba o Corea del Norte que pagan con sus gobiernos la falta de mucho corazón y oración, la fuerza de petición a Dios para luchar por su justicia, como en La Biblia cita que Moisés, mientras mantenía sus brazos en alto, en oración y fe, Josué, quien libraba las batallas iba ganando; cuando Moisés decaía, Josué perdía. Y esas batallas eran por la libertad con sangre.
Ya en estos tiempos la libertad con sangre no se debe buscar, sino la libertad democrática y mucho más allá, la humanista, la de hermanos, la del amor, la que no admite venganza, la que reconcilia y llama al amor.
Venezuela va para esa prueba en unos meses, pero como se ve en la imagen, entre dos seres humanos que buscan dirigir a un país, está un mensaje verdadero y superior a ellos y a un país: LA FUERZA DEL AMOR QUE ES UNO DE LOS SINÓNIMOS DE DIOS.
Mientras nos respetemos en las diferencias, como adversarios en buena lid, se conseguirá mucha luz, de conocimiento y unión.
La oración debe ser por iluminar la mente de los gobernantes, abrir su corazón y que las personas jamás se enfrenten con ira, sino con ideas, palabras y luego sellen todo con un gesto de paz.
Dios permite con conocimiento y carisma escalar posiciones, pero cada quien lo desarrolla en la vida. Sea en este caso el voto un premio y jamás un castigo por perder.
Reza con respeto.
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