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¿Por qué los Católicos Prendemos Velas?

Velas (Cirios): Las velas son un sacramental utilizado en la liturgia y en la religiosidad popular. Las velas son un signo de la luz que disipa las tinieblas. La vela es un símbolo de Dios, el dador de vida y la luz del mundo.

Se utilizan velas en la administración de los sacramentos, la Santa Misa, la exposición del santísimo, funerales y otras ceremonias.

Cuando ores, mantén tus velas encendidas (luego puedes apagarlas por precaución ante accidentes). Lleva tus cirios a la Santa Misa, y luego enciéndelos en casa. Que tus Cirios reciban la Bendición, en la Pascua, el Día de la Candelaria o pide a un Sacerdote te los Bendiga. 

El cirio pascual se bendice en la Vigilia de Pascua, hecho de cera pura de aveja representa el cuerpo de Jesucristo, la luz de la vela simboliza su naturaleza divina. Lleva las marcas de las 5 llagas de Cristo. Se enciende en todas las misas durante la temporada de pascua y durante todo el año en bautismos y funerales.  En los bautismos se enciende una vela con el fuego del cirio pascual y se le entrega al recién bautizado (o a sus padres) como símbolo de la luz de Cristo que reciben y deben mantener brillando siempre.

En la fiesta de la Presentación, que es también la Purificación de la Virgen María (2 de febrero) se bendicen velas y por eso se le llama "Candelaria".
La costumbre de encender cirios en las procesiones y ante las imágenes de Cristo, María Santísima y los santos es un signo muy antiguo que nos recuerda que Jesús es la luz del mundo y todo el que está en El comparte esa luz. La vela es un símbolo de ofrenda espiritual, de nuestra devoción que continúa mas allá de nuestra presencia física en el lugar santo.

Nuestra devoción a María Santísima y los santos es una expresión de nuestra comunión en el Cuerpo Místico de Cristo (comunión de los santos).
Jesús: "Yo, la luz, he venido al mundo para que todo el que crea en mí no siga en las tinieblas".- Juan 12,46

Ustedes son la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.- Mateo 5,14-16.

Mira, pues, que la luz que hay en ti no sea oscuridad.- Lucas 11,35.

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